Encontrados 1876 resultados para: don

  • Que te dé la bendición de Abraham a ti y a tu descendencia, para que te hagas dueño de la tierra donde has vivido y que Dios ha dado a Abraham.» (Génesis 28, 4)

  • Mira que yo estoy contigo; te guardaré por doquiera que vayas y te devolveré a este solar. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho.» (Génesis 28, 15)

  • Jacob les dijo (a los pastores): «Hermanos, ¡de dónde sois?» Dijeron ellos: «Somos de Jarán.» (Génesis 29, 4)

  • e hincó las varas así labradas en las pilas o abrevaderos a donde venían las reses a beber, justo delante de las reses, con lo que éstas se calentaban al acercarse a beber. (Génesis 30, 38)

  • Jacob envió a llamar a Raquel y a Lía al campo, donde estaba su rebaño, (Génesis 31, 4)

  • Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, donde ungiste una estela y donde me hiciste aquel voto. Ahora, levántate, sal de esta tierra y vuelve a tu país natal.» (Génesis 31, 13)

  • y se llevó todo su ganado y toda la hacienda que había adquirido, el ganado de su propiedad, que había adquirido en Paddán Aram, para irse a donde su padre Isaac a Canaán. (Génesis 31, 18)

  • Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: «Hemos ido donde tu hermano Esaú, y él mismo viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres.» (Génesis 32, 7)

  • Y al primero le encargó: «Cuando te salga al paso mi hermano Esaú y te pregunte "de quién eres y adónde vas, y para quién es eso que va delante de ti", (Génesis 32, 18)

  • y él se les adelantó y se inclinó en tierra siete veces, hasta llegar donde su hermano. (Génesis 33, 3)

  • Adelántese, pues, mi señor a su siervo, que yo avanzaré despacito, al paso del ganado que llevo delante, y al paso de los niños, hasta que llegue donde mi señor, a Seír.» (Génesis 33, 14)

  • y Jacob partió para Sukkot donde edificó para sí una casa y para su ganado hizo cabañas. Por donde se llamó aquel lugar Sukkot. (Génesis 33, 17)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina