Encontrados 272 resultados para: Último Capítulo de Josué

  • Después de todo esto, Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de ciento diez años. (Josué 24, 29)

  • Israel sirvió al Señor durante toda la vida de los ancianos que sobrevivieron a Josué y que conocían todo lo que el Señor había hecho en favor de Israel. (Josué 24, 31)

  • Después de la muerte de Josué, los israelitas consultaron al Señor: "¿Quién de nosotros subirá el primero para luchar contra los cananeos?". (Jueces 1, 1)

  • Josué despidió al pueblo, y los israelitas se fueron cada uno a tomar posesión de su territorio. (Jueces 2, 6)

  • El pueblo sirvió al Señor durante toda la vida de Josué y de los ancianos que sobrevivieron a Josué, que habían visto todas las grandes obras que el Señor había hecho en favor de Israel. (Jueces 2, 7)

  • Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de ciento diez años, (Jueces 2, 8)

  • desde ahora tampoco yo echaré delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué al morir, (Jueces 2, 21)

  • Por eso el Señor dejó en paz aquellas naciones, no expulsándolas de momento, ni poniéndolas en manos de Josué. (Jueces 2, 23)

  • Gedeón respondió: "Por favor, Señor, ¿cómo salvaré yo a Israel? Mi familia es la más humilde de Manasés, y yo soy el último en la casa de mi padre". (Jueces 6, 15)

  • Cuando el arca llegó al campo de Josué, el de Bet Semes, se detuvo. Allí había una piedra grande. El carro lo hicieron astillas y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor. (I Samuel 6, 14)

  • El número de las ratas de oro era igual al de las ciudades de los cinco jefes filisteos, tanto de las ciudades fortificadas como de las ciudades desguarnecidas. La piedra grande sobre la que pusieron el arca del Señor existe todavía hoy en el campo de Josué, el de Bet Semes, como testigo. (I Samuel 6, 18)

  • Salomón ultimó la fábrica del templo, (I Reyes 6, 14)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina