Encontrados 468 resultados para: Altar de Incienso en la Biblia

  • Al día siguiente ofrecerás por el pecado un macho cabrío sin defecto, y el altar será purificado de la misma forma que con el novillo. (Ezequiel 43, 22)

  • Durante siete días se hará la purificación del altar; lo purificarán y lo inaugurarán. (Ezequiel 43, 26)

  • Pasada esta semana, desde el día octavo en adelante, los sacerdotes inmolarán sobre el altar vuestros sacrificios pacíficos y yo os seré propicio", dice el Señor Dios. (Ezequiel 43, 27)

  • El sacerdote tomará de la sangre del sacrificio por el pecado y la derramará sobre las jambas del templo, sobre los cuatro ángulos del zócalo del altar y sobre las jambas del pórtico del atrio interior. (Ezequiel 45, 19)

  • Después me llevó a la entrada del templo. Allí, bajo el umbral del templo, brotaba agua en dirección este, pues la fachada del templo miraba al este. Estas aguas se deslizaban de debajo del costado derecho del templo, al sur del altar. (Ezequiel 47, 1)

  • Entonces el rey Nabucodonosor cayó rostro en tierra y se postró ante Daniel y ordenó que le ofrecieran sacrificios e incienso. (Daniel 2, 46)

  • No tenemos ya príncipe, profeta, ni caudillo, ni holocausto, ni sacrificio, ni ofrendas, ni incienso, ni lugar donde ofrecerte las primicias (Daniel 3, 38)

  • Le haré rendir cuentas de sus fiestas en honor de los baales, a quienes quemaba incienso ataviada de anillos y collares para correr tras sus amantes, olvidándose de mí -dice el Señor-. (Oseas 2, 15)

  • Sobre las cimas de los montes ofrecen sacrificios; en las colinas queman incienso bajo la encina, el chopo o el terebinto: ¡tan agradable es su sombra! Así se prostituyen vuestras hijas, y vuestras nueras cometen adulterio. (Oseas 4, 13)

  • Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí. Ofrecían sacrificios a los baales y quemaban incienso a los ídolos. (Oseas 11, 2)

  • Vestíos de luto; lamentaos, sacerdotes; lanzad gritos, ministros del altar; venid, pasad la noche en sacos, ministros de mi Dios, porque la casa de vuestro Dios se ha quedado sin sacrificio y sin ofrenda. (Joel 1, 13)

  • Que entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: "Perdona a tu pueblo, Señor, y no entregues tu heredad al oprobio, a la burla de las gentes. ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?". (Joel 2, 17)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina