Encontrados 178 resultados para: Altares de Incienso

  • Destruyó los altares de los dioses extranjeros, las colinas, las estelas y los cipos sagrados; (II Crónicas 14, 2)

  • El pueblo entero fue al templo de Baal y lo destruyeron: hicieron pedazos los altares y sus imágenes, y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal. (II Crónicas 23, 17)

  • Al regreso de la victoria sobre los edomitas, Amasías se trajo los dioses de Seír, los tomó como dioses suyos, se postró ante ellos y les quemó incienso. (II Crónicas 25, 14)

  • Al sentirse poderoso, se llenó de soberbia, lo que fue su perdición. Fue infiel al Señor y entró en el templo a ofrecer incienso sobre el altar de los perfumes. (II Crónicas 26, 16)

  • que se enfrentaron al rey Ozías y le dijeron: "Ozías, tú no puedes ofrecer el incienso al Señor; sólo pueden hacerlo los sacerdotes de Aarón, consagrados precisamente para eso. Sal fuera del santuario, porque has pecado y no tienes derecho a la gloria que viene del Señor Dios". (II Crónicas 26, 18)

  • Ozías, todavía con el incensario en su mano para quemar el incienso, montó en cólera contra los sacerdotes y, al instante, brotó la lepra en su frente en presencia de los sacerdotes en el templo del Señor, junto al altar de los perfumes. (II Crónicas 26, 19)

  • Acaz reunió objetos del templo de Dios y los hizo pedazos, cerró las puertas del templo del Señor e hizo altares en todos los rincones de Jerusalén, (II Crónicas 28, 24)

  • y lugares de culto en todas las ciudades de Judá para quemar en ellos incienso a los ídolos, provocando así la ira del Señor, el Dios de sus padres. (II Crónicas 28, 25)

  • Cerraron incluso las puertas del pórtico, apagaron las lámparas y dejaron de ofrecer incienso y holocaustos en el santuario al Dios de Israel. (II Crónicas 29, 7)

  • Por tanto, hijos míos, no seáis negligentes, pues vosotros sois los elegidos del Señor para estar en su presencia, servirle, ser sus ministros y quemar incienso. (II Crónicas 29, 11)

  • Destruyeron los altares que había en Jerusalén para los sacrificios y para el incienso y los tiraron al torrente Cedrón. (II Crónicas 30, 14)

  • Cuando todo acabó, los israelitas que habían estado presentes recorrieron las ciudades de Judá destruyendo los cipos sagrados, las imágenes de Aserá, los lugares de culto de las colinas y los altares en todo Judá, Benjamín, Efraín y Manasés hasta su extinción total. Luego regresaron a sus ciudades, cada uno a su propiedad. (II Crónicas 31, 1)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina