Encontrados 295 resultados para: Campo

  • Moab dijo a los ancianos de Madián: "Esta muchedumbre va a devorar ahora nuestros contornos como devora un buey la hierba del campo". Era entonces rey de Moab Balac, hijo de Sipor, (Números 22, 4)

  • La burra, al ver al ángel del Señor apostado en el camino con la espada desenvainada en la mano, se salió del camino y tiró por el campo. Balaán le pegaba para hacerla volver al camino. (Números 22, 23)

  • Le llevó al campo de los Centinelas, hacia la cima del Pisga. Levantó siete altares e inmoló en cada uno un novillo y un carnero. (Números 23, 14)

  • No desearás a la mujer de tu prójimo, ni tampoco sus cosas: casas, campo, siervo o sierva, buey o asno, ni nada de cuanto a tu prójimo pertenece". (Deuteronomio 5, 21)

  • El Señor, tu Dios, irá destruyendo estas naciones delante de ti poco a poco. No podrás exterminarlas en un día, no sea que las fieras del campo se multipliquen contra ti. (Deuteronomio 7, 22)

  • Si para conquistar una ciudad te ves obligado a sitiarla por largo tiempo, no destruyas los árboles a golpe de hacha. Come sus frutos, pero no los tales. ¿Es que son hombres los árboles del campo para que los asedies? (Deuteronomio 20, 19)

  • Si en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar en posesión se encuentra un muerto tirado en el campo sin que se sepa quién lo mató, (Deuteronomio 21, 1)

  • Pero si fue en el campo donde el hombre la encontró, acostándose con ella, morirá solamente el hombre; (Deuteronomio 22, 25)

  • Al ser sorprendida en el campo, la joven pudo pedir socorro, pero no había nadie que pudiera ir en su auxilio. (Deuteronomio 22, 27)

  • Si alguno queda impuro por polución nocturna, salga del campo y no vuelva a entrar; (Deuteronomio 23, 11)

  • Cuando hagas la recolección en tu campo, si olvidas en él una gavilla, no vuelvas a buscarla. Déjala para el emigrante, el huérfano y la viuda, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas. (Deuteronomio 24, 19)

  • Serás bendito en la ciudad y bendito en el campo. (Deuteronomio 28, 3)


“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina