Encontrados 158 resultados para: Incienso Sagrado

  • Pero desde que hemos dejado de quemar incienso y de hacer ofrendas de vino a la reina del cielo, carecemos de todo y por la espada y el hambre nos hemos consumido. (Jeremías 44, 18)

  • Y cuando nosotras -añadieron las mujeres- quemamos incienso y hacemos ofrendas de vino a la reina del cielo, ¿acaso le hacemos tortas que representan su imagen y le presentamos ofrendas de vino a espaldas de nuestros maridos?". (Jeremías 44, 19)

  • "¿No ha sido acaso el incienso que quemasteis en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén vosotros, vuestros padres, vuestros reyes, vuestros príncipes y el pueblo del país lo que ha recordado el Señor, lo que le ha venido a la memoria? (Jeremías 44, 21)

  • Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Vosotros y vuestras mujeres habéis llevado a cabo con vuestras manos lo que habíais prometido con vuestra boca: Cumpliremos puntualmente los votos que hemos hecho de quemar incienso y presentar ofrendas de vino a la reina del cielo. Pues bien, cumplid vuestros votos, llevadlos a la práctica. (Jeremías 44, 25)

  • -¡Cómo! ¿Apis se da a la fuga? ¿No resiste tu toro sagrado? ¡Sí, el Señor lo ha empujado, (Jeremías 46, 15)

  • Yo exterminaré de Moab -dice el Señor- a aquellos que ofrecen sacrificios en las colinas y queman incienso a sus dioses. (Jeremías 48, 35)

  • Les decían: "Ahí os mandamos dinero para que con él compréis holocaustos, sacrificios por el pecado e incienso; haced ofrendas y presentadlas sobre el altar del Señor Dios nuestro. (Baruc 1, 10)

  • Las mujeres ceñidas de cuerdas se sientan junto a los caminos quemando como incienso el salvado; (Baruc 6, 42)

  • Y setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel, entre los cuales se encontraba Jazanías, hijo de Safán, estaban de pie ante aquéllos, cada uno con su incensario en la mano, del cual subía el perfume del incienso. (Ezequiel 8, 11)

  • Sus sacerdotes han quebrantado mi ley y profanado mi santuario. No han distinguido entre lo sagrado y lo profano, ni han enseñado a discernir lo puro de lo impuro. Han cerrado sus ojos a las violaciones de mis sábados y yo he sido deshonrado en medio de ellos. (Ezequiel 22, 26)

  • Midió, por fin, el muro que lo cercaba todo alrededor: doscientos cincuenta metros de largo por doscientos cincuenta metros de ancho; servía para separar el lugar sagrado del profano. (Ezequiel 42, 20)

  • Cuando os repartáis por sorteo la tierra en patrimonio, reservaréis al Señor la parte sagrada del territorio: una extensión de doce kilómetros y medio de larga por diez de ancha. Este coto será todo él sagrado. (Ezequiel 45, 1)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina