Encontrados 368 resultados para: Jacob

  • Uno dirá: Yo soy del Señor; otro se llamará con el nombre de Jacob; otro escribirá en su mano: Del Señor, y con el nombre de Israel será llamado. (Isaías 44, 5)

  • Recuerda esto, Jacob, y tú, Israel, que eres mi siervo. Yo te he formado, siervo mío eres, Israel; no te olvidaré. (Isaías 44, 21)

  • Gritad de gozo, cielos, porque el Señor lo ha hecho; alegraos, honduras de la tierra; lanzad gritos de júbilo, montañas, y tú, bosque, con todos tus árboles, porque el Señor ha redimido a Jacob y ha manifestado su gloria en Israel. (Isaías 44, 23)

  • Por amor de mi siervo Jacob y de Israel, mi elegido, te he llamado por tu nombre, renombre te he dado antes que me conocieras. (Isaías 45, 4)

  • No he hablado en secreto, en un rincón tenebroso de la tierra; no he dicho a la raza de Jacob: ¡Buscadme en el vacío! Yo, el Señor, predico la justicia y anuncio el derecho. (Isaías 45, 19)

  • Escuchadme, casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, que habéis sido llevados por mí desde el vientre, sostenidos desde el seno materno. (Isaías 46, 3)

  • Escucha esto, casa de Jacob, los que lleváis el nombre de Israel, los salidos de la simiente de Judá, que juráis por el nombre del Señor y celebráis al Dios de Israel, mas sin verdad ni justicia. (Isaías 48, 1)

  • Escúchame, Jacob, y tú, Israel, a quien yo he llamado: Yo, soy yo el primero, y soy también el último. (Isaías 48, 12)

  • ¡Salid de Babilonia, huid de los caldeos! Con gritos de júbilo anunciad y proclamad esto, publicadlo hasta los confines de la tierra. Decid: El Señor ha redimido a su siervo Jacob. (Isaías 48, 20)

  • Y ahora ha hablado el Señor, que desde el seno me formó para ser siervo suyo, para hacer que Jacob vuelva a él y reunir con él a Israel -pues glorioso era yo a los ojos del Señor y mi Dios era mi fortaleza-; (Isaías 49, 5)

  • y dice: Poca cosa es que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de nuevo a los supervivientes de Israel. Yo te he puesto como luz de las gentes, para que llegue mi salvación hasta los extremos de la tierra. (Isaías 49, 6)

  • A tus opresores haré comer su propia carne, de su misma sangre se embriagarán como de vino nuevo. Y todo mortal sabrá que yo, el Señor, soy tu salvador y tu redentor, el fuerte de Jacob. (Isaías 49, 26)


“E’ na dor que o amor se torna mais forte.” São Padre Pio de Pietrelcina