Encontrados 368 resultados para: Jacob

  • Tú, de quien está escrito que fuiste preparado para un determinado tiempo. Para aplacar la ira antes de estallar, para volver los corazones de los padres a los hijos y restablecer las tribus de Jacob. (Eclesiástico 48, 10)

  • En cuanto a los doce profetas, que sus huesos florezcan en su tumba, porque confortaron a Jacob y lo liberaron con fidelidad de la esperanza. (Eclesiástico 49, 10)

  • vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Pues de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra del Señor. (Isaías 2, 3)

  • Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor. (Isaías 2, 5)

  • Sí, tú has rechazado a tu pueblo, a la casa de Jacob; pues está llena de adivinos y de agoreros, como los filisteos, y pacta con extranjeros. (Isaías 2, 6)

  • Con ansia espero en el Señor, que ha ocultado su rostro a la casa de Jacob; en él confío. (Isaías 8, 17)

  • El Señor ha lanzado una orden contra Jacob y va a caer sobre Israel. (Isaías 9, 7)

  • Sucederá aquel día que el resto de Israel y los supervivientes de la casa de Jacob dejarán de apoyarse en quien los hiere, y se apoyarán con lealtad en el Señor, el Santo de Israel. (Isaías 10, 20)

  • Un resto tornará, el resto de Jacob, al Dios fuerte. (Isaías 10, 21)

  • Pues el Señor se compadecerá de Jacob, elegirá otra vez a Israel y los restablecerá en su país. El extranjero seguirá también sus pasos y se unirá a la casa de Jacob. (Isaías 14, 1)

  • Aquel día la gloria de Jacob será humillada y enflaquecerá la grasa de su carne. (Isaías 17, 4)

  • En el futuro Jacob echará raíces, Israel florecerá y fructificará, y llenarán la faz de la tierra sus frutos. (Isaías 27, 6)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina