Encontrados 304 resultados para: Madre

  • Amasías tenía veinticinco años cuando empezó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yehoadán, de Jerusalén. (II Crónicas 25, 1)

  • Ozías tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yecolía, de Jerusalén. (II Crónicas 26, 3)

  • Jotán tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó dieciséis años en Jerusalén. Su madre, hija de Sadoc, se llamaba Yerusá. (II Crónicas 27, 1)

  • Ezequías tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Abí, y era hija de Zacarías. (II Crónicas 29, 1)

  • Y otra décima parte la repartía entre los huérfanos y las viudas y los prosélitos extranjeros que convivían con los israelitas. Se lo entregaba cada tres años, y lo comíamos conforme a lo mandado en la ley de Moisés y las exhortaciones de Débora, madre de Ananiel, nuestro abuelo, pues mi padre había muerto, dejándome huérfano. (Tobías 1, 8)

  • Llamó a su hijo Tobías y le dijo: "Cuando muera, dame una sepultura digna. Honra a tu madre y no la abandones nunca. Haz lo que le agrade y nunca la entristezcas con tu conducta. (Tobías 4, 3)

  • Ama a tus hermanos, y no desprecies a los hijos y a las hijas de tu pueblo, teniendo a menos elegir una mujer entre ellas, porque en la soberbia está la ruina y la discordia, y en la ociosidad, penuria y hambre, pues la ociosidad es la madre del hambre. (Tobías 4, 13)

  • La madre lloraba y decía a Tobit: "¿Por qué has dejado marchar a mi hijo? ¿No era él nuestro apoyo y el que nos acompañaba siempre? (Tobías 5, 18)

  • Yo, la verdad, tengo miedo. A ella no le hace nada, porque la quiere; pero sí mata al que intenta acercarse. Soy el hijo único de mi padre y temo que, si muero, lleve a la tumba, de dolor, a mi padre y a mi madre, que no tienen otro hijo que los entierre". (Tobías 6, 15)

  • Luego dijo a la madre que trajera un papel, en el que escribieron el contrato matrimonial, es decir, que daba a su hija por mujer a Tobías según lo prescrito en la ley de Moisés. Y lo selló. Después se pusieron a comer y beber. (Tobías 7, 14)

  • Luego tomarás la mitad de mis bienes y te irás feliz a casa de tus padres; heredarás la otra mitad cuando hayamos muerto mi mujer y yo. Ánimo, hijo, que soy ya para siempre tu padre y Edna tu madre, como lo somos de tu mujer Sara. Ánimo, hijo". (Tobías 8, 21)

  • A buena hora se pusieron en camino y llegaron a la boda. Al entrar en casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa. Se levantó y saludó a Gabael, que se echó a llorar y lo bendijo así: "¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado, justo y limosnero! Que el Señor te bendiga con bendiciones celestiales a ti, a tu mujer, a su padre y a su madre. Bendito sea Dios, que he visto a Tobías tan parecido a mi primo Tobit". (Tobías 9, 6)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina