Encontrados 273 resultados para: Sacrificio

  • El sacrificio que Dios quiere es un espíritu contrito, un corazón contrito y humillado, tú, oh Dios, no lo desprecias. (Salmos 51, 19)

  • Apenas terminó de decir estas palabras, se adelantó a la vista de todos un judío para ofrecer un sacrificio, según el mandato del rey. (I Macabeos 2, 23)

  • y ofrecieron un sacrificio legal en el altar de los holocaustos que habían construido. (I Macabeos 4, 53)

  • Después de este suceso, Nicanor subió al monte Sión, y algunos sacerdotes salieron del templo para saludarlo amistosamente y mostrarle el sacrificio que ofrecían por el rey. (I Macabeos 7, 33)

  • Mientras el sacrificio se iba consumiendo, los sacerdotes y todos los demás hacían oración. Jonatán entonaba y los demás, con Nehemías, continuaban. (II Macabeos 1, 23)

  • acepta este sacrificio por todo tu pueblo Israel, guarda tu herencia y santifícala; (II Macabeos 1, 26)

  • Cuando se consumió lo del sacrificio, Nehemías mandó que el agua que quedaba fuera derramada sobre unas piedras. (II Macabeos 1, 31)

  • Cuando esto se hizo público y se comunicó al rey de Persia que en el lugar donde los sacerdotes cautivos escondieron el fuego había aparecido agua con la que los compañeros de Nehemías santificaron el sacrificio, aquél, después de comprobar el hecho, hizo (II Macabeos 1, 33)

  • Se dice también allí que, lleno de sabiduría, ofreció el sacrificio de la dedicación y la terminación del templo. (II Macabeos 2, 9)

  • Y que, así como cuando Moisés oró al Señor vino fuego del cielo que consumió el sacrificio, así también, cuando Salomón oró, bajó fuego y consumió los holocaustos. (II Macabeos 2, 10)

  • Y Moisés dijo: Ya que el sacrificio por el pecado no fue comido, ha sido consumido por el fuego. (II Macabeos 2, 11)

  • El sumo sacerdote, temiendo que el rey pensara que los judíos habían atentado contra la vida de Heliodoro, ofreció un sacrificio por su salud. (II Macabeos 3, 32)


“Viva sempre sob o olhar do Bom Pastor e você ficara’ imune aos pastos contaminados.” São Padre Pio de Pietrelcina