Encontrados 322 resultados para: Santo

  • Yo oí al hombre vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, jurar, alzando la diestra y la izquierda, por aquel que vive eternamente: "Ésto será dentro de un período de tiempo, de dos períodos y de medio período, y todas estas cosas se cumplirán cuando desaparezca aquel que oprime el poder del pueblo santo". (Daniel 12, 7)

  • Cuando la llevaban para matarla, Dios suscitó el santo espíritu de un muchacho llamado Daniel, (Daniel 13, 45)

  • No actuaré según el ardor de mi ira, no destruiré más a Efraín, porque yo soy Dios, no un hombre; en medio de ti yo soy el Santo, y no me gusta destruir. (Oseas 11, 9)

  • Efraín me rodea de mentiras, y la casa de Israel de engaños; Judá sigue con Dios y es fiel al Santo. (Oseas 12, 1)

  • ¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma sobre mi monte santo; tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día del Señor, porque está cerca! (Joel 2, 1)

  • Entonces sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Jerusalén será un lugar santo; no pasarán más por allí los extranjeros. (Joel 4, 17)

  • porque aplastan contra el polvo de la tierra la cabeza de los necesitados y no hacen justicia a los pobres; porque hijo y padre se acuestan con la misma mujer, profanando mi santo nombre; (Amós 2, 7)

  • Sí, como vosotros bebisteis en mi monte santo, así beberán siempre todas las naciones; beberán, consumirán y serán luego como si jamás hubiesen sido. (Abdías 1, 16)

  • Pero en el monte Sión se refugiarán los supervivientes -y será un lugar santo-, y la casa de Jacob recobrará todos sus dominios. (Abdías 1, 17)

  • Yo dije: ¡Soy rechazado lejos de tus ojos! ¿Cómo podré volver a contemplar tu santo templo? (Jonás 2, 5)

  • En la angustia de mi alma me acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo. (Jonás 2, 8)

  • Escuchad, pueblos todos, presta oído, tierra y todo cuanto te llena; el Señor va a testificar contra vosotros, el Señor desde su santo templo. (Miqueas 1, 2)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina