Encontrados 213 resultados para: Santuario

  • que se enfrentaron al rey Ozías y le dijeron: "Ozías, tú no puedes ofrecer el incienso al Señor; sólo pueden hacerlo los sacerdotes de Aarón, consagrados precisamente para eso. Sal fuera del santuario, porque has pecado y no tienes derecho a la gloria que viene del Señor Dios". (II Crónicas 26, 18)

  • Cerraron incluso las puertas del pórtico, apagaron las lámparas y dejaron de ofrecer incienso y holocaustos en el santuario al Dios de Israel. (II Crónicas 29, 7)

  • Llevaron siete toros, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para ofrecerlos en sacrificio por el pecado en favor de la monarquía, el santuario y Judá. El rey ordenó a los sacerdotes descendientes de Aarón que los ofrecieran sobre el altar del Señor. (II Crónicas 29, 21)

  • No seáis de cabeza dura como vuestros padres. Tended vuestras manos al Señor y venid al santuario que él ha santificado para siempre. Servid al Señor, Dios vuestro, y el furor de su ira se apartará de vosotros. (II Crónicas 30, 8)

  • Estad en vuestros puestos en el santuario al servicio de las clases de las familias patriarcales, y de vuestros hermanos, hijos del pueblo. Un grupo de levitas por cada familia patriarcal. (II Crónicas 35, 5)

  • El Señor mandó contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a espada a sus jóvenes en el santuario mismo, sin perdonar a nadie, ni joven ni virgen, ni anciano ni hombre encanecido. Dios los entregó a todos en sus manos. (II Crónicas 36, 17)

  • Fui luego a casa de Semayas, hijo de Delayas, nieto de Mehetabel, que estaba impedido. Me dijo: "Vamos al templo de Dios, al interior del santuario. Cerremos bien sus puertas, porque van a venir a matarte; sí, esta noche te vendrán a matar". (Nehemías 6, 10)

  • Pero yo respondí: "¿Un hombre como yo darse a la fuga? ¿Qué hombre de mi condición entraría en el santuario para salvar su vida? No, no entraré". (Nehemías 6, 11)

  • porque en estas salas es donde los israelitas y los levitas depositan las contribuciones del trigo, del vino y del aceite y donde se guarda el material del santuario, de los sacerdotes en servicio, de los porteros y de los cantores. En suma, no descuidaríamos más el templo de nuestro Dios. (Nehemías 10, 40)

  • Pero cuando se convirtieron a su Dios, volvieron a posesionarse de Jerusalén, donde está su santuario, y habitaron la región montañosa, que estaba libre. (Judit 5, 19)

  • Por tanto, hermanos, seamos conscientes de que la vida de nuestros compatriotas depende de nosotros, y que el santuario, el templo y el altar pesan sobre nosotros. (Judit 8, 24)

  • Tu nombre es "el Señor". Deshaz su fuerza con tu poder y humilla su dominio con tu ira, pues pretenden profanar tu santuario, violar el tabernáculo donde mora el nombre de tu gloria y arrancar con hierro los cuernos de tu altar. (Judit 9, 8)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina