Encontrados 174 resultados para: adoración de ídolos

  • y adoraron a los ídolos, cosa que el Señor les había prohibido. (II Reyes 17, 12)

  • rechazaron sus preceptos, la alianza que había hecho con sus padres y las amonestaciones que les había dirigido, siguieron a ídolos vanos y se hicieron ellos mismos vanos imitando a las gentes circunvecinas, siendo así que el Señor les había ordenado que no obrasen como ellas. (II Reyes 17, 15)

  • Y así aquellas gentes dieron al mismo tiempo culto al Señor y a sus ídolos. Y sus descendientes siguen haciendo hasta el día de hoy lo mismo que ellos. (II Reyes 17, 41)

  • "Puesto que Manasés, rey de Judá, ha cometido estas monstruosidades, peores que las de los amorreos que le precedieron, y ha hecho pecar a Judá con sus ídolos, (II Reyes 21, 11)

  • Siguió los caminos de su padre y adoró a los ídolos que había adorado su padre. (II Reyes 21, 21)

  • Josías exterminó también a los nigromantes, a los adivinos, los fetiches, los ídolos y todos los ídolos repugnantes que se veían en el país de Judá y en Jerusalén, a fin de llevar a efecto las palabras de la ley escritas en el libro que había encontrado el sacerdote Jelcías en el templo del Señor. (II Reyes 23, 24)

  • Les despojaron de sus armas, les cortaron la cabeza e hicieron publicar la buena nueva por todo el país de los filisteos, a los cuatro vientos, a sus ídolos y al pueblo. (I Crónicas 10, 9)

  • Con estas palabras del profeta Azarías, hijo de Oded, Asá se sintió fortalecido e hizo desaparecer los ídolos de toda la tierra de Judá y de Benjamín y de las ciudades que había conquistado en la montaña de Efraín; restauró de nuevo el altar del Señor, que estaba delante del vestíbulo del Señor. (II Crónicas 15, 8)

  • Abandonaron el templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a imágenes de Aserá y a otros ídolos. Esto provocó la cólera divina, que cayó sobre Judá y Jerusalén. (II Crónicas 24, 18)

  • sino que siguió el camino de los reyes de Israel: hizo ídolos fundidos de Baal, (II Crónicas 28, 2)

  • y lugares de culto en todas las ciudades de Judá para quemar en ellos incienso a los ídolos, provocando así la ira del Señor, el Dios de sus padres. (II Crónicas 28, 25)

  • Cuando terminó, el rey y los que le acompañaban se pusieron de rodillas en actitud de adoración. (II Crónicas 29, 29)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina