Encontrados 174 resultados para: adoración de ídolos

  • Confusos y corridos están todos tus rivales, avergonzados se van los autores de ídolos. (Isaías 45, 16)

  • Bel vacila, Nebo se desploma; sus ídolos son carga de animales y bestias, llevados como fardos sobre bestias extenuadas. (Isaías 46, 1)

  • Aunque grites, ¿te podrán salvar tus ídolos? A todos ellos se los llevará el viento, un soplo los arrebatará. Mas quien confía en mí heredará la tierra y poseerá mi santo monte. (Isaías 57, 13)

  • ¿Cómo te atreves a decir: "No estoy manchada, no he ido en pos de los ídolos?". Mira tus huellas en el valle, reconoce lo que has hecho, camella lasciva, errante por los caminos. (Jeremías 2, 23)

  • Sí, los hijos de Judá han hecho lo que desagrada a mis ojos -dice el Señor-; han colocado la inmundicia de sus ídolos en el templo donde se invoca mi nombre, para profanarlo. (Jeremías 7, 30)

  • El grito de angustia de la hija de mi pueblo se escucha a todo lo largo del país. "¿Ya no está el Señor en Sión? ¿Su rey ya no está allí?". ¿Por qué me han irritado con sus ídolos, con sus divinidades extranjeras? (Jeremías 8, 19)

  • Todos ellos son brutos e insensatos, y la enseñanza de los ídolos es la de un trozo de madera; (Jeremías 10, 8)

  • ¿Hay acaso entre los ídolos de las gentes quien pueda hacer llover? ¿Son los cielos los que dan la lluvia? ¿No eres tú solo, Señor? ¡Oh Dios nuestro, en ti esperamos, porque eres tú quien hace todo esto!". (Jeremías 14, 22)

  • Pero primero les haré pagar el doble su iniquidad y sus pecados. Porque han profanado mi tierra con los cadáveres de sus ídolos y han atestado mi heredad con sus horrores". (Jeremías 16, 18)

  • Hasta en el templo que lleva mi nombre han colocado sus ídolos detestables para profanarlo. (Jeremías 32, 34)

  • ¡Anunciadlo entre las naciones, publicadlo, izad una señal, pregonadlo, no ocultéis nada, gritad: Ha sido tomada Babilonia, confundido Bel, Marduc vencido; avergonzadas sus imágenes, destruidos sus ídolos! (Jeremías 50, 2)

  • ¡Espada sobre sus tesoros, que sean saqueados! ¡Espada sobre sus aguas, que se sequen, porque es un país de ídolos y están locos por sus espantajos! (Jeremías 50, 38)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina