Encontrados 943 resultados para: caída de Jerusalén

  • Y ahora voy a Jerusalén empujado por el Espíritu, sin saber lo que allí me va a suceder; (Hechos 20, 22)

  • Encontramos a los discípulos y estuvimos con ellos una semana. Ellos, movidos por el Espíritu, decían a Pablo que no fuera a Jerusalén. (Hechos 21, 4)

  • el cual fue a nuestro encuentro, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: "Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán en Jerusalén los judíos al hombre de quien es este cinto y lo entregarán en manos de los paganos". (Hechos 21, 11)

  • Cuando oímos esto, le suplicamos, tanto nosotros como los de aquel lugar, que no fuera a Jerusalén. (Hechos 21, 12)

  • Pablo respondió: "¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre de Jesús, el Señor". (Hechos 21, 13)

  • Después de unos días, preparamos nuestro equipaje y nos fuimos a Jerusalén. (Hechos 21, 15)

  • Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con grande alegría. (Hechos 21, 17)

  • Mientras intentaban matarlo, se avisó al comandante de la guarnición de que toda Jerusalén estaba alborotada; (Hechos 21, 31)

  • como me es testigo el sumo sacerdote y el colegio de los ancianos; ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco y fui allá con el fin de traer presos a Jerusalén a los creyentes que encontrara para que fueran castigados. (Hechos 22, 5)

  • Cuando volví a Jerusalén, estando yo orando en el templo, fui arrebatado en éxtasis (Hechos 22, 17)

  • y vi al Señor, que me decía: Date prisa y sal pronto de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. (Hechos 22, 18)

  • A la noche siguiente se le apareció el Señor y le dijo: "Ten ánimo, pues como has dado testimonio en Jerusalén acerca de mí, así conviene también que lo des en Roma". (Hechos 23, 11)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina