Encontrados 327 resultados para: derechos de las mujeres

  • Jacob partió de Berseba. Los hijos de Israel hicieron subir a Jacob, su padre, a sus niños y a sus mujeres a los carros enviados por el Faraón para llevarlos. (Génesis 46, 5)

  • Las parteras respondieron al Faraón: "Las mujeres hebreas no son como las egipcias; son robustas, y antes que la partera llegue, ya han dado a luz". (Exodo 1, 19)

  • sino que cada una de las mujeres pedirá a su vecina y a su coinquilina objetos de plata y oro y vestidos que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas; y despojaréis así a los egipcios". (Exodo 3, 22)

  • María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un tamboril, y las mujeres salieron tras ella con tamboriles y bailando. (Exodo 15, 20)

  • Pero si la destina para su hijo, la tratará según los derechos de los hijos. (Exodo 21, 9)

  • mi ira se encenderá y os mataré a filo de espada; vuestras mujeres serán viudas y huérfanos vuestros hijos. (Exodo 22, 23)

  • Harás para el tabernáculo unos tablones de madera de acacia, y los colocarás bien derechos. (Exodo 26, 15)

  • Luego lo inmolas, tomas de su sangre y untas con ella la ternilla de la oreja derecha de Aarón y de sus hijos, y el dedo pulgar de sus manos derechas y el de sus pies derechos, y rocías el altar todo alrededor. (Exodo 29, 20)

  • Aarón les respondió: "Recoged los pendientes de oro que vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestras hijas llevan en las orejas, y traédmelos". (Exodo 32, 2)

  • No tomarás de entre sus hijas mujeres para tus hijos, pues ellas se prostituirán ante sus dioses y arrastrarán a tus hijos a prostituirse también ante ellos. (Exodo 34, 16)

  • Vinieron hombres y mujeres. Todos los generosos de corazón trajeron arillos y pendientes, anillos y cadenillas, brazaletes y toda clase de objetos de oro. Cada uno presentó al Señor una ofrenda de oro. (Exodo 35, 22)

  • Todas las mujeres que sabían hilar, hilaron los pelos de cabra. (Exodo 35, 26)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina