Encontrados 207 resultados para: envió

  • Eligió después en el país a veinte mil hombres de infantería y otros de caballería y los envió contra Cendebeo. Pernoctaron en Modín. (I Macabeos 16, 4)

  • Se apresuró después a enviar cartas al rey, informándole de lo sucedido y pidiéndole el envío de fuerzas y socorro, a fin de entregarle las ciudades y el país. (I Macabeos 16, 18)

  • el criminal Jasón envió a la fiesta desde Jerusalén espectadores, ciudadanos antioquenos, que llevaban trescientas dracmas de plata para el sacrificio de Hércules; pero dijeron que no convenía emplearlas en el sacrificio, sino en otros gastos. (II Macabeos 4, 19)

  • No contento con esto, Antíoco envió al misarca Apolonio con un ejército de veintidós mil soldados, con orden de degollar a todos los de edad adulta y de vender las mujeres y los niños. (II Macabeos 5, 24)

  • No mucho después el rey envió a un senador ateniense, con el fin de obligar a los judíos a dejar las leyes paternas y a no gobernarse según las leyes de Dios. (II Macabeos 6, 1)

  • envió mensajeros a los hebreos con ofrecimiento de entenderse con ellos a base de condiciones justas, y prometerles que él mismo persuadiría al rey a hacerse amigo de ellos. (II Macabeos 11, 14)

  • Timoteo, informado de que Judas marchaba contra él, envió las mujeres, los niños y los bagajes a una fortaleza llamada Carnión, lugar inexpugnable y de acceso difícil por lo quebrado del terreno. (II Macabeos 12, 21)

  • Hizo una colecta soldado por soldado y reunió hasta dos mil dracmas de plata, que envió a Jerusalén para que ofrecieran un sacrificio por el pecado: acción elevada y noble, inspirada en el pensamiento de la resurrección. (II Macabeos 12, 43)

  • Envió sus criados y proclamó sobre los puntos más altos de la ciudad: (Proverbios 9, 3)

  • Porque el principio de la soberbia es el pecado, el poseído por ella hace llover las calamidades. Por eso el Señor envió extraños castigos y los redujo a la nada. (Eclesiástico 10, 13)

  • En sus días subió Senaquerib y envió a Rabsaqués, que levantó su mano contra Sión y se mostró arrogante en su orgullo. (Eclesiástico 48, 18)

  • Desde Laquis, el rey de Asiria envió hacia el rey Ezequías, en Jerusalén, al general, con gran fuerza militar. Se apostó éste cerca del canal de la alberca superior, junto al camino del Campo del Batanero. (Isaías 36, 2)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina