Encontrados 1608 resultados para: guerra contra los santos

  • La ley, por tanto, ¿está contra las promesas de Dios? De ninguna manera. Si se hubiera dado una ley capaz de vivificar, entonces la justicia hubiera sido realmente por la ley. (Gálatas 3, 21)

  • Porque la carne lucha contra el espíritu, y el espíritu contra la carne; pues estas cosas están una frente a la otra para que no hagáis lo que queréis. (Gálatas 5, 17)

  • mansedumbre, continencia; contra estas cosas no hay ley. (Gálatas 5, 23)

  • Él nos ha elegido en Cristo antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables a sus ojos. (Efesios 1, 4)

  • que cometisteis siguiendo el modo de vivir de este mundo, bajo el príncipe de las potestades aéreas, el espíritu que actúa en los que se rebelan contra Dios. (Efesios 2, 2)

  • secreto que no se dio a conocer a los hombres de las generaciones pasadas, y que ahora se lo ha manifestado a sus santos apóstoles y profetas por medio del Espíritu. (Efesios 3, 5)

  • Porque nuestra lucha no es contra gente de carne y hueso, sino contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal, que moran en los espacios celestes. (Efesios 6, 12)

  • Ha destruido el acta que había contra nosotros con sus acusaciones legales, quitándola de en medio y clavándola en la cruz; (Colosenses 2, 14)

  • Soportaos unos a otros y perdonaos si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que el Señor os perdonó, así también vosotros debéis perdonaros. (Colosenses 3, 13)

  • Maridos, amad a vuestras esposas y no os irritéis contra ellas. (Colosenses 3, 19)

  • que se levantará contra todo lo divino y todo lo que tenga carácter religioso, hasta llegar a sentarse en el santuario de Dios, haciéndose pasar a sí mismo por Dios. (II Tesalonicenses 2, 4)

  • No admitas acusación alguna contra un presbítero, si no está sostenida por dos o tres testigos. (I Timoteo 5, 19)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina