Encontrados 1608 resultados para: guerra contra los santos
Entonces los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del cordero, teniendo cada uno en la mano un arpa y copas de oro llenas de perfumes (las oraciones de los santos). (Apocalipsis 5, 8)
Después vino otro ángel, que se paró de pie junto al altar, con un incensario de oro; le dieron muchos perfumes para que los ofreciese juntamente con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro colocado delante del trono. (Apocalipsis 8, 3)
Y de la mano del ángel, el humo de los perfumes se elevaba delante de Dios con las oraciones de los santos. (Apocalipsis 8, 4)
Las langostas se parecían a caballos preparados para la guerra: en sus cabezas tenían coronas como de oro, y sus rostros eran como los de los hombres; (Apocalipsis 9, 7)
Cuando hayan acabado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. (Apocalipsis 11, 7)
Los pueblos habían montado en cólera; pero ha llegado tu ira y el momento de juzgar a los muertos; de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que veneran tu nombre, pequeños y grandes, y de exterminar a los que destruían la tierra. (Apocalipsis 11, 18)
Entonces hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles combatieron, (Apocalipsis 12, 7)
El dragón se irritó contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y son fieles testigos de Jesús. (Apocalipsis 12, 17)
Adoraron al dragón, porque había dado su poder a la bestia, y adoraron a la bestia diciendo: "¿Quién es semejante a la bestia y quién podrá luchar contra ella?". (Apocalipsis 13, 4)
Abrió su boca para blasfemar contra Dios, contra su nombre, contra su santuario y contra los que habitan en el cielo. (Apocalipsis 13, 6)
Y le permitieron hacer la guerra a los santos y vencerlos; le dieron poder sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. (Apocalipsis 13, 7)
Si alguno está destinado al cautiverio, irá al cautiverio; el que mata con la espada, a espada morirá. Aquí la perseverancia y la fe de los santos. (Apocalipsis 13, 10)