Encontrados 109 resultados para: historia de Abner

  • El resto de la historia de Amón, todo lo que hizo, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 21, 25)

  • El resto de la historia de Josías y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 23, 28)

  • El resto de la historia de Joaquín y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 24, 5)

  • Todo lo que había consagrado Samuel, el vidente; Saúl, hijo de Quis; Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Sarvia; todo lo consagrado estaba bajo la custodia de Selomit y sus hermanos. (I Crónicas 26, 28)

  • de la media tribu de Manasés en Galaad, Yidón, hijo de Zacarías; de Benjamín, Yasiel, hijo de Abner; (I Crónicas 27, 21)

  • El resto de la historia de Salomón, desde el principio al fin, está escrito en las crónicas de Natán, profeta, en la profecía de Ajías de Silo y en la visión de Idó, el vidente, sobre Jeroboán, hijo de Nabat. (II Crónicas 9, 29)

  • La historia de Roboán, desde el principio al fin, está escrita en las crónicas del profeta Semayas y del profeta Idó. Roboán y Jeroboán estuvieron continuamente en guerra. (II Crónicas 12, 15)

  • El resto de la historia de Abías, su conducta y sus obras están escritas en el comentario del profeta Idó. (II Crónicas 13, 22)

  • El resto de la historia de Josafat, desde el principio hasta el fin, se encuentra en las crónicas de Jehú, hijo de Jananí, que fueron insertadas en el libro de los reyes de Israel. (II Crónicas 20, 34)

  • El resto de la historia de Amasías, desde el principio al fin, está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 25, 26)

  • El resto de la historia de Ozías, y todo lo que hizo, ha sido escrito por el profeta Isaías, hijo de Amós. (II Crónicas 26, 22)

  • El resto de la historia de Jotán, todo lo que hizo, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá. (II Crónicas 27, 7)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina