Encontrados 66 resultados para: levantado

  • Hasta mi amigo íntimo, en quien yo confiaba, el que comía mi mismo pan, ha levantado contra mí su calcañar. (Salmos 41, 10)

  • Por tu indignación y tu furor me has levantado y me has tirado lejos; (Salmos 102, 11)

  • que habían destruido el ídolo repugnante levantado por él sobre el altar de Jerusalén y habían rodeado de altas murallas, como antes, el templo y Betsur, una de sus ciudades. (I Macabeos 6, 7)

  • Los vencedores se apoderaron del botín de guerra, cortaron la cabeza de Nicanor y la mano derecha que él había levantado con orgullo, y la colgaron en Jerusalén a la vista de todos. (I Macabeos 7, 47)

  • "Tú, Señor de todo el universo, que de nada necesitas, has querido que fuera levantado este templo y morada tuya entre nosotros. (II Macabeos 14, 35)

  • Mostró a todos la cabeza del malvado Nicanor y la mano que el blasfemo había levantado orgulloso sobre la misma santa morada del todopoderoso (II Macabeos 15, 32)

  • He aquí una tierra de caldeos: no eran un pueblo: Asiria la fundó para las bestias del desierto. Han levantado torres de asedio, han demolido sus palacios, la han convertido en montón de ruinas. (Isaías 23, 13)

  • ¿A quién has injuriado y ultrajado? ¿Contra quién has levantado la voz y alzado altivamente tus miradas? ¡Contra el Santo de Israel! (Isaías 37, 23)

  • Porque tus dioses, oh Judá, son tan numerosos como tus ciudades; y tantos como las calles que hay en Jerusalén son los altares de infamia que vosotros habéis levantado para ofrecer incienso a Baal. (Jeremías 11, 13)

  • Acaso digas en tu corazón: ¿Por qué me suceden tales desventuras? Por la multitud de tus iniquidades han levantado tus vestidos y has sido violada. (Jeremías 13, 22)

  • Es que se habían levantado algunos de entre los ancianos del país y habían dicho a la multitud congregada: (Jeremías 26, 17)

  • Mira, los terraplenes que han levantado para el asalto alcanzan ya la ciudad, y la ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos, que la atacan con la espada, el hambre y la peste. Todo lo que has anunciado se está verificando, y tú lo ves. (Jeremías 32, 24)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina