Encontrados 2226 resultados para: naciones de la tierra

  • Los niños crecieron; Esaú llegó a ser un diestro cazador y hombre de campo, mientras que Jacob era hombre tranquilo y amante de la tierra. (Génesis 25, 27)

  • Reside en ese país, y yo estaré contigo y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia os daré esta tierra cumpliendo el juramento que hice a tu padre Abrahán. (Génesis 26, 3)

  • Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y le daré todas estas tierras, y en tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra; (Génesis 26, 4)

  • Isaac sembró la tierra donde estaba, y aquel año recolectó cien veces más. ¡Tanto le bendijo el Señor! (Génesis 26, 12)

  • por lo que cegaron y llenaron de tierra los pozos que los criados de su padre habían abierto en tiempos de Abrahán. (Génesis 26, 15)

  • Se fue de allí y cavó otro pozo, por el que ya no hubo riña; y le llamó Rejobot, porque dijo: "Finalmente el Señor nos ha dado campo libre para que prosperemos en esta tierra". (Génesis 26, 22)

  • Dios te dé el rocío del cielo y la fertilidad de la tierra y abundancia de trigo y mosto. (Génesis 27, 28)

  • Que los pueblos te sirvan y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Maldito sea el que te maldiga y bendito el que te bendiga". (Génesis 27, 29)

  • Entonces su padre tomó la palabra y dijo: "Lejos de tu tierra será tu residencia, lejos del rocío del cielo. (Génesis 27, 39)

  • Que él te dé la bendición de Abrahán, a ti y a tus descendientes contigo, para que poseas la tierra en que resides, la que Dios dio a Abrahán". (Génesis 28, 4)

  • Tuvo un sueño. Veía una escalera que, apoyándose en la tierra, tocaba con su cima en el cielo, y por la que subían y bajaban los ángeles del Señor. (Génesis 28, 12)

  • Arriba estaba el Señor, el cual dijo: "Yo soy el Señor, el Dios de Abrahán, tu antepasado, y el Dios de Isaac. Yo te daré a ti y a tu descendencia la tierra en que descansas. (Génesis 28, 13)


“Quando fizer o bem, esqueça. Se fizer o mal, pense no que fez e se arrependa.” São Padre Pio de Pietrelcina