Encontrados 21 resultados para: socorro

  • los dos serán sacados a las puertas de la ciudad y matados a pedradas: la joven por no haber pedido socorro estando en la ciudad, y el hombre por haber deshonrado a la mujer de su prójimo. (Deuteronomio 22, 24)

  • Al ser sorprendida en el campo, la joven pudo pedir socorro, pero no había nadie que pudiera ir en su auxilio. (Deuteronomio 22, 27)

  • Luego dijo a los mensajeros que habían venido: "Anunciad a las gentes de Yabés Galaad que mañana al mediodía les llegará el socorro". Llegaron los mensajeros y se lo anunciaron a las gentes de Yabés, que se llenaron de alegría. (I Samuel 11, 9)

  • Si, pasados estos días, no llegara ningún socorro, haré lo que decís". (Judit 7, 31)

  • Pues no está tu fuerza en la multitud ni en los poderosos tu dominio, sino que eres Dios de los humildes, socorro de los oprimidos, protector de los débiles, defensor de los abandonados, salvador de los desesperanzados. (Judit 9, 11)

  • Que Dios te colme de bienes para tu exaltación eterna, pues viendo abatida nuestra raza, no has perdonado la vida, antes fuiste su socorro en la ruina, portándote con rectitud ante Dios". Y todo el pueblo respondió: "Así sea. Así sea". (Judit 13, 20)

  • Rogó así al Señor, Dios de Israel: "Señor mío, rey nuestro, tú eres único. Ayúdame en mi soledad, pues no tengo otro socorro que tú, (Ester 14, 3)

  • ¡Oh, cuánta ayuda das al débil, cuánto socorro al de brazo inválido! (Job 26, 2)

  • que te envíe su socorro desde su santuario, que sea desde Sión tu apoyo; (Salmos 20, 3)

  • porque no rechazó ni despreció al pobre en su miseria, ni se escondió de él; escuchó su grito de socorro. (Salmos 22, 25)

  • Dios es nuestro refugio y fortaleza, un socorro seguro en momentos de angustia; (Salmos 46, 2)

  • Que tu mano venga en mi socorro, pues he preferido tus preceptos; (Salmos 119, 173)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina