1. Al maestro de coro. Cántico de los hijos de Coré. Según: "Las vírgenes..."

2. Dios es nuestro refugio y fortaleza, un socorro seguro en momentos de angustia;

3. por eso no tememos aunque la tierra se conmueva y los montes se desplomen en el fondo del mar,

4. aunque sus aguas rujan y se encrespen sus olas, aunque ellas se alboroten y los montes retiemblen.

5. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios, la más santa morada del altísimo.

6. Dios está en medio de ella, no vacilará: Dios la socorrerá al despuntar la aurora.

7. Bramaron las naciones, vacilaron los reinos, él levantó su voz y la tierra se deshizo.

8. Con nosotros está el Señor omnipotente, el Dios de Jacob es nuestra fortaleza.

9. Venid y ved las obras del Señor, sus prodigios, que llenan la tierra de estupor:

10. pone fin a la guerra hasta el confín del mundo, rompe el arco, parte la lanza y quema los escudos.

11. Dejad las armas, reconoced que yo soy Dios, por encima de las naciones, por encima de la tierra.

12. Con nosotros está el Señor omnipotente, el Dios de Jacob es nuestra fortaleza.





“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina