Encontrados 95 resultados para: utensilios sagrados

  • Sí, esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel, respecto de los utensilios que han quedado en el templo del Señor, en el palacio real de Judá y en Jerusalén: (Jeremías 27, 21)

  • Dentro de dos años haré devolver a este lugar todos los utensilios del templo del Señor, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de este lugar a Babilonia. (Jeremías 28, 3)

  • El profeta Jeremías dijo: "¡Amén! ¡El Señor haga que se cumplan las palabras de tu profecía, devolviendo de Babilonia a este lugar todos los utensilios del templo del Señor y a todos los cautivos! (Jeremías 28, 6)

  • Sean ocupados sus tiendas y rebaños, sus toldos y todos sus utensilios; sean robados sus camellos. Y se grite sobre ellos: "¡Terror por todas partes!". (Jeremías 49, 29)

  • Se llevaron también las ollas, las paletas, los cuchillos, los aspersorios, los acetres y todos los demás utensilios de bronce utilizados para el culto. (Jeremías 52, 18)

  • Ya Baruc, el día diez del mes de siván, había recobrado los utensilios del templo del Señor, sacados del templo, para restituirlos a Judá; utensilios de plata, mandados hacer por Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá; (Baruc 1, 8)

  • No habéis observado mis ritos sagrados, sino que se lo habéis encomendado a extranjeros en mi santuario. (Ezequiel 44, 8)

  • Arrancaré de en medio de ti tus cipos sagrados y destruiré por completo tus ciudades. (Miqueas 5, 13)

  • ¿Puede un hombre engañar a Dios? Sí, vosotros me engañáis y andáis diciendo: "¿En qué te hemos engañado?". En los diezmos y en los tributos sagrados. (Malaquías 3, 8)

  • Al recorrer vuestra ciudad y contemplar vuestros monumentos sagrados, me he encontrado incluso un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido". Pues bien, lo que veneráis sin conocerlo, eso es lo que yo os vengo a anunciar. (Hechos 17, 23)

  • En una casa grande no sólo hay vajillas de oro y plata, sino también de madera y barro. Unos utensilios son para usos nobles, y otros para usos vulgares. (II Timoteo 2, 20)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina