Encontrados 145 resultados para: venido

  • Que el Señor pague tu acción y que tu recompensa sea grande ante el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte". (Rut 2, 12)

  • Ella durmió a sus pies hasta la mañana, levantándose antes de que pudiesen distinguirse las personas. Booz le había dicho: "Que no se sepa que una mujer ha venido a la era". (Rut 3, 14)

  • Los filisteos tuvieron miedo, porque decían: "Ha venido Dios al campamento. ¡Ay de nosotros! Esto no había sucedido nunca. (I Samuel 4, 7)

  • Entonces consultaron al Señor: "¿Ha venido aquí Saúl?". Y el Señor respondió: "Está ahí, escondido entre los bagajes". (I Samuel 10, 22)

  • Luego dijo a los mensajeros que habían venido: "Anunciad a las gentes de Yabés Galaad que mañana al mediodía les llegará el socorro". Llegaron los mensajeros y se lo anunciaron a las gentes de Yabés, que se llenaron de alegría. (I Samuel 11, 9)

  • Samuel dijo: "¿Cómo voy a ir? Cuando se entere Saúl, me matará". El Señor le contestó: "Lleva contigo una ternera, y dirás: He venido a ofrecer un sacrificio al Señor. (I Samuel 16, 2)

  • Él respondió: "La paz. He venido a ofrecer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio". Y él purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. (I Samuel 16, 5)

  • Entonces Samuel preguntó a Jesé: "¿Están aquí todos tus muchachos?". Él contestó: "Falta el pequeño, que está guardando ovejas". Samuel le dijo: "Manda a buscarle, pues no nos sentaremos a la mesa hasta que haya venido". (I Samuel 16, 11)

  • Eliab, su hermano mayor, oyó a David hablar con la gente, montó en cólera y le dijo: "¿Por qué has venido aquí? ¿A quién has dejado aquel pequeño rebaño en el desierto? Conozco bien tu orgullo y la malicia de tu corazón. Has venido sólo para ver la batalla". (I Samuel 17, 28)

  • Al día siguiente de la nueva luna, otra vez quedó vacío el sitio de David. Y Saúl preguntó a su hijo Jonatán: "¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Jesé ni ayer ni hoy?". (I Samuel 20, 27)

  • Me dijo: Permíteme ir, porque tenemos un sacrificio de familia en la ciudad y mis hermanos me han reclamado. Si te parece bien, déjame hacer una escapada para ver a mis hermanos. Por eso no ha venido a la mesa del rey". (I Samuel 20, 29)

  • Así que levantaos de madrugada tú y los siervos de tu señor que han venido contigo, e id al lugar que yo os he asignado. Os levantaréis de madrugada, y cuando venga el día partiréis". (I Samuel 29, 10)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina