Encontrados 145 resultados para: venido

  • Y bien, dime por qué has huido y has venido a refugiarte entre nosotros. Lo has hecho para salvarte. Ten la seguridad de que salvarás tu vida esta noche y en adelante. (Judit 11, 3)

  • y ahora los gentiles han venido para aniquilarnos. Tú sabes lo que traman contra nosotros. (I Macabeos 3, 52)

  • Ahora reconozco que por esto me han venido estas desgracias y que muero de pena en tierra extraña". (I Macabeos 6, 13)

  • Despídelos, quédate con unos cuantos y ven conmigo a Tolemaida. Te entregaré la ciudad y demás fortalezas, así como el resto de las tropas y todos los funcionarios; después me volveré, pues sólo he venido para esto". (I Macabeos 12, 45)

  • y hemos registrado sus declaraciones en los actos públicos de este modo: Numenio, hijo de Antíoco, y Antípatro, hijo de Jasón, embajadores de los judíos, han venido para renovar la amistad con nosotros. (I Macabeos 14, 22)

  • Juan quedó consternado con esta noticia. Prendió a los que habían venido a matarle y los mató, pues sabía que venían a matarlo. (I Macabeos 16, 22)

  • Que termine en mí y en mis hermanos la ira del creador, que justamente ha venido sobre nuestro pueblo". (II Macabeos 7, 38)

  • Se apoderaron del dinero de los que habían venido a comprarlos a ellos y los persiguieron largo trecho; pero a causa de la hora tardía, se vieron obligados a volverse. (II Macabeos 8, 25)

  • Más aún; como ni así disminuían sus dolores, porque había venido sobre él el justo juicio de Dios, desesperado de su salud, escribió a los judíos esta carta en forma de súplica: (II Macabeos 9, 18)

  • También esto es un mal doloroso, que se vaya como ha venido; ¿qué provecho le queda de haber trabajado para el viento? (Eclesiastés 5, 15)

  • Hasta que sobre nosotros se derrame el espíritu venido de lo alto: entonces el desierto se trocará en vergel y el vergel se cambiará en selva. (Isaías 32, 15)

  • Por haberte envalentonado contra mí, pues tu insolencia y tu furor contra mí han llegado a mis oídos, voy a poner mi anillo en tu nariz y mi freno en tus labios, para hacerte volver por el camino por donde has venido. (Isaías 37, 29)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina