2 Crónicas, 3
9. Los clavos de oro pesaban cincuenta siclos. Cubrió también de oro las salas altas.
9. Los clavos de oro pesaban cincuenta siclos. Cubrió también de oro las salas altas.
“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina