18. Sacrificó asimismo el ternero y el carnero como sacrificios de comunión por el pueblo. Los hijos de Aarón le entregaron la sangre, que él derramó en el altar y en su derredor.





“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina