2. Oh Dios, tú eres mi Dios, a ti te busco, mi alma tiene sed de ti; en pos de ti mi carne languidece cual tierra seca, sedienta, sin agua.

3. Por eso vine a verte en el santuario para admirar tu gloria y tu poder.

4. Pues tu amor es mejor que la vida, mis labios tu gloria cantarán.

5. Quiero bendecirte mientras viva y las manos en alto invocar tu Nombre.

6. Mi alma está repleta, pingüe y blanda, y te alaba mi boca con labios jubilosos.

7. Cuando estoy en mi cama pienso en ti, y durante la noche en ti medito,

8. pues tú fuiste un refugio para mí y salto de gozo a la sombra de tus alas.

9. Mi alma se estrecha a ti con fuerte abrazo y tu diestra me toma de la mano.

10. Los que en vano quieren perderme irán a parar debajo de tierra.

11. Serán muertos al filo de la espada, servirán de festín a los chacales.

12. El rey se sentirá feliz en Dios, y cuantos juran por él se gloriarán: "Por fin se acalló a los mentirosos".





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina