Gefunden 138 Ergebnisse für: Manasés

  • Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad y atacó a Efraím; los de Galaad derrotaron a los de Efraím, que decían: «Ustedes los galaaditas son fugitivos de Efraím que pasaron de Efraím a Manasés.» (Jueces 12, 4)

  • Ben Gober, en Ramot de Galaad; tenía los campamentos de Jaír, hijo de Manasés, que están en Galaad; tenía la región de Argob en el Basán, sesenta ciudades fortificadas, amuralladas con cerrojos de bronce. (1 Reyes 4, 13)

  • desde el Jordán hacia el Oriente; todo el país de Galaad, de las tribus de Gad, de Rubén y de Manasés; desde Aroer, situada junto al torrente de Arnón, todo el país de Galaad y Basán. (2 Reyes 10, 33)

  • Cuando Ezequías descansó con sus padres, su hijo Manasés reinó en su lugar. (2 Reyes 20, 21)

  • Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó durante cincuenta y cinco años en Jerusalén. Su madre se llamaba Hepsiba. (2 Reyes 21, 1)

  • Pero no escucharon, y Manasés los llevó a hacer cosas peores que las que habían hecho las naciones que Yavé había exterminado ante los israelitas. (2 Reyes 21, 9)

  • «Manasés, rey de Judá, ha multiplicado las acciones pésimas y ha actuado peor que los mismos amorreos; ha sido causa de que también la gente de Judá pecara con sus repugnantes imágenes. (2 Reyes 21, 11)

  • Manasés derramó también sangre inocente, en tal cantidad que llenó a Jerusalén de punta a punta, además de los pecados con que hizo pecar a Judá. (2 Reyes 21, 16)

  • Lo demás referente a Manasés, todo cuanto hizo y los pecados que cometió, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 21, 17)

  • Cuando murió Manasés, lo sepultaron en el jardín de su casa, en el jardín de Uzza, y su hijo Amón reinó en su lugar. (2 Reyes 21, 18)

  • Se portó mal con Yavé, como había hecho su padre Manasés. (2 Reyes 21, 20)

  • Había altares que los reyes de Judá habían construido en el techo del palacio de Ajaz. También había altares levantados por Manasés en los dos patios de la Casa de Yavé. Josías los hizo destruir todos y reducir a polvo, y los escombros se tiraron al torrente Cedrón. (2 Reyes 23, 12)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina