Gefunden 218 Ergebnisse für: Mira

  • Otros son débiles y vulnerables, sin recursos y carentes de todo, pero el Señor los mira con ojos favorables. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 12)

  • Si haces un favor, mira a quién lo haces, y te valdrá un reconocimiento. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 1)

  • Mira que el Altísimo aborrece a los pecadores y se venga de los impíos. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 6)

  • Mira el verdor de un árbol frondoso: unas hojas caen y otras aparecen; de igual manera las generaciones de carne y hueso, una muere y la otra nace. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 18)

  • que mira a través de sus ventanas y escucha a su puerta; (Sirácides (Eclesiástico) 14, 23)

  • Mira: cuando él aparece, hasta el cielo se estremece, y también los cielos por encima de los cielos como asimismo la tierra y los mares. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 18)

  • El hombre que es infiel a su esposa se dice a sí mismo: "¿Quién me verá? Las sombras me rodean, los muros me ocultan, nadie me mira; ¿por qué inquietarme? El Altísimo no anotará mis pecados". (Sirácides (Eclesiástico) 23, 18)

  • Mira cómo la sabiduría se alaba y se elogia a sí misma en medio de su pueblo, (Sirácides (Eclesiástico) 24, 1)

  • Las montañas tiemblan si las mira, al sentir su trueno la tierra se estremece. (Sirácides (Eclesiástico) 43, 16)

  • tocó con él mi boca y dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios, tu falta ha sido perdonada y tu pecado, borrado.» (Isaías 6, 7)

  • Pues mira cómo está la atierra de Caldea, este pueblo ya no existe, Asiria lo ha entregado a las fieras del desierto. Levantaron torres de asalto, demolieron sus castillos, y sólo quedan escombros. (Isaías 23, 13)

  • que estás sentado sobre los querubines, tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el creador del cielo y de la tierra. Atiéndeme, Yavé, y escucha. Abre, Yavé, tus ojos y mira. Mira las palabras de Senaquerib con que manda insultar al Dios viviente. (Isaías 37, 17)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina