Gefunden 454 Ergebnisse für: Ojos

  • Jesús sintió compasión y les tocó los ojos. Y al momento recobraron la vista y lo siguieron. (Evangelio según San Mateo 20, 34)

  • Volvió otra vez donde los discípulos y los encontró dormidos, pues se les cerraban los ojos de sueño. (Evangelio según San Mateo 26, 43)

  • Y dijo al paralítico: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.» El hombre se levantó, y ante los ojos de toda la gente, cargó con su camilla y se fue. (Evangelio según San Marcos 2, 11)

  • Tomó Jesús los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Asimismo repartió los dos pescados entre todos. (Evangelio según San Marcos 6, 41)

  • En seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: «Effetá», que quiere decir: «Abrete. » (Evangelio según San Marcos 7, 34)

  • De repente él les hizo esta advertencia: «Abran los ojos y cuídense tanto de la levadura de los fariseos como de la de Herodes.» (Evangelio según San Marcos 8, 15)

  • teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen? ¿No recuerdan (Evangelio según San Marcos 8, 18)

  • Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo. Después le mojó los ojos con saliva, le impuso las manos y le preguntó: «¿Ves algo?» (Evangelio según San Marcos 8, 23)

  • Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos, y el hombre se encontró con buena vista; se recuperó plenamente, y podía ver todo con claridad. (Evangelio según San Marcos 8, 25)

  • Ambos eran personas muy cumplidoras a los ojos de Dios y se esmeraban en practicar todos los mandamientos y leyes del Señor. (Evangelio según San Lucas 1, 6)

  • Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. (Evangelio según San Lucas 2, 25)

  • Porque mis ojos han visto a tu salvador, (Evangelio según San Lucas 2, 30)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina