Gefunden 448 Ergebnisse für: Causa
A causa de esto, me lamentaré y gemiré, andaré descalzo y desnudo, lanzaré aullidos como los chacales, gritos lastimeros como los avestruces. (Miqueas 1, 8)
¡Arráncate los cabellos, córtalos, a causa de tus hijos queridos! ¡Agranda tu calvicie como la del buitre, porque han ido al cautiverio, lejos de ti! (Miqueas 1, 16)
¡Levántense y caminen, este no es un lugar de reposo! A causa de la impureza, tú provocas la destrucción, y la destrucción será cruel. (Miqueas 2, 10)
Por eso, a causa de ustedes, Sión será un campo arado, Jerusalén, un montón de ruinas, y la montaña del Templo, una altura boscosa. (Miqueas 3, 12)
Tengo que soportar la ira del Señor, porque he pecado contra él, hasta que él juzgue mi causa y me haga justicia. Él me hará salir a la luz y yo contemplaré su justicia. (Miqueas 7, 9)
La tierra quedará desolada a causa de sus habitantes, como pago de sus malas acciones. (Miqueas 7, 13)
Por haber despojado a numerosas naciones, lo que resta de esos pueblos te despojará a ti, a causa de la sangre humana derramada y de la violencia contra el país, contra la ciudad y todos sus habitantes. (Habacuc 2, 8)
Porque la violencia hecha al Líbano te cubrirá y la matanza de los animales te aterrará, a causa de la sangre humana derramada y de la violencia contra el país, contra la ciudad y todos sus habitantes. (Habacuc 2, 17)
¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! Él exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, (Sofonías 3, 17)
Ustedes esperaban mucho y la cosecha fue escasa. Y yo aventé lo que ustedes habían llevado a su casa. ¿Por qué? -oráculo del Señor de los ejércitos-. A causa de mi Casa, que está en ruinas, mientras cada uno de ustedes se preocupa por la suya propia. (Ageo 1, 9)
Así habla el Señor de los ejércitos: Los ancianos y las ancianas se sentarán de nuevo en las plazas de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano, a causa de sus muchos años. (Zacarías 8, 4)
Porque antes de estos días no había salario para los hombres ni ración para los animales, ni había seguridad para los que iban y venían, a causa del enemigo: yo había lanzado a todos los hombres, unos contra otros. (Zacarías 8, 10)