Gefunden 627 Ergebnisse für: Corazón

  • y dijo: "Señor, Dios de Israel, ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, que mantienes la Alianza y eres fiel con tus servidores, cuando caminan delante de ti de todo corazón. (I Reyes 8, 23)

  • cualquiera sea la oración o la súplica que te dirija un miembro de tu pueblo Israel, sintiéndose tocado en su corazón y con las manos extendidas hacia esta Casa, (I Reyes 8, 38)

  • escúchalas tú desde el cielo, desde el lugar donde habitas; escucha y actúa: trátalo a cada uno según su conducta, tú que conoces su corazón, porque solo tú conoces el corazón de todos los humanos. (I Reyes 8, 39)

  • si en el país de los enemigos que los hayan deportado se vuelven hacia ti de todo corazón y con toda el alma, si te suplican en dirección al país que diste a sus padres, a la ciudad que tú has elegido y a la Casa que yo edifiqué para tu Nombre, (I Reyes 8, 48)

  • ¡Que incline nuestro corazón hacia él, para que vayamos por todos sus caminos y observemos sus mandamientos, sus preceptos y sus leyes, que él dio a nuestros padres! (I Reyes 8, 58)

  • y el corazón de ustedes pertenecerá íntegramente al Señor, nuestro Dios, para caminar según sus preceptos y observar sus mandamientos, como en el día de hoy". (I Reyes 8, 61)

  • Al octavo día, Salomón despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey y se fueron a sus campamentos, con el corazón desbordante de alegría por todo el bien que el Señor había hecho a su servidor David y a su pueblo Israel. (I Reyes 8, 66)

  • y le dijo: "He oído tu oración y la súplica que has pronunciado en mi presencia. Yo he consagrado esta Casa que tú has edificado a fin de poner allí mi Nombre para siempre: mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días. (I Reyes 9, 3)

  • En cuanto a ti, si caminas en mi presencia como lo hizo tu padre David, con integridad de corazón y rectitud, practicando todo lo que te he mandado, observando mis preceptos y mis leyes, (I Reyes 9, 4)

  • Todo el mundo trataba de ver a Salomón para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón. (I Reyes 10, 24)

  • es decir, de esas naciones de las que el Señor había dicho a los israelitas: "No se unan a ellas, y que ellas no se unan a ustedes; seguramente les desviarán el corazón hacia otros dioses". Pero Salomón se enamoró de ellas. (I Reyes 11, 2)

  • Tuvo setecientas mujeres con rango de princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres le pervirtieron el corazón. (I Reyes 11, 3)


“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina