Gefunden 67 Ergebnisse für: Filo

  • Toda la gente del país se alegró y la ciudad permaneció en calma. A Atalía la habían pasado al filo de la espada en la casa del rey. (II Reyes 11, 20)

  • Entonces el sacerdote Iehoiadá impartió órdenes a los centuriones encargados de la tropa, diciéndoles: "¡Háganla salir de entre las filas! Si alguien la sigue, que sea pasado al filo de la espada". Porque el sacerdote había dicho: "No la maten en la Casa del Señor". (II Crónicas 23, 14)

  • Toda la gente del país se alegró y la ciudad permaneció en calma. A Atalía la habían pasado al filo de la espada. (II Crónicas 23, 21)

  • Descendió luego a la llanura de Damasco, en la época de la cosecha del trigo, e incendió todos sus sembrados; exterminó ovejas y vacas, saqueó sus ciudades, arrasó sus campos y pasó a todos sus jóvenes al filo de la espada. (Judit 2, 27)

  • Amenazó con incendiar mis territorios y pasar a mis jóvenes al filo de la espada, con estrellar a mis pequeños contra el suelo y entregar a mis niños como presa y a mis muchachas como botín. (Judit 16, 4)

  • Los judíos pasaron al filo de la espada a todos sus enemigos: fue una verdadera masacre, un exterminio. Trataron como quisieron a los que los odiaban, (Ester 9, 5)

  • cuando de pronto irrumpieron los sabeos y se los llevaron, pasando a los servidores al filo de la espada. Yo solo pude escapar para traerte la noticia". (Job 1, 15)

  • Todavía estaba hablando, cuando llegó otro y le dijo: "Los caldeos, divididos en tres grupos, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron, pasando a los servidores al filo de la espada. Yo solo pude escapar para traerte la noticia". (Job 1, 17)

  • En tiempo de hambre, te librará de la muerte, y en la guerra, del filo de la espada. (Job 5, 20)

  • que sean pasados al filo de la espada y arrojados como presa a los chacales. (Salmos 63, 11)

  • mellaste el filo de su espada y no lo sostuviste en el combate. (Salmos 89, 44)

  • los objetos que eran su gloria fueron llevados como botín, sus niños masacrados en las plazas, sus jóvenes pasados al filo de la espada enemiga. (I Macabeos 2, 9)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina