Gefunden 679 Ergebnisse für: Mano

  • y con el dedo de su mano derecha hará siete aspersiones de aceite, (Levítico 14, 27)

  • y pondrá un poco del aceite que tiene en su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha de la persona que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, en el mismo lugar donde puso la sangre de la víctima de reparación. (Levítico 14, 28)

  • Luego pondrá el resto del aceite que aún le queda en la mano sobre la cabeza de la persona que se purifica, para realizar el rito de expiación en favor de él, delante del Señor. (Levítico 14, 29)

  • Y alzando su mano, golpeó la roca dos veces con el bastón. El agua brotó abundantemente, y bebieron la comunidad y el ganado. (Números 20, 11)

  • Pero Edóm les respondió: "Ustedes no pasarán por aquí. Si lo hacen, saldré contra ustedes, espada en mano". (Números 20, 18)

  • Cuando el asna vio al Ángel del Señor parado en el camino, con la espada desenvainada en su mano, se apartó y se fue por el campo. Pero Balaam la castigó para hacerla volver al camino. (Números 22, 23)

  • "¡Te estás burlando de mí!, respondió Balaam. Si tuviera una espada en mi mano, te mataría ahora mismo". (Números 22, 29)

  • El Señor abrió los ojos de Balaam, y este vio al Ángel del Señor parado en el camino, con la espada desenvainada en su mano; se inclinó y lo adoró con el rostro en tierra. (Números 22, 31)

  • El Señor respondió a Moisés: "Toma a Josué, hijo de Nun, que es un hombre animado por el espíritu, e impone tu mano sobre él. (Números 27, 18)

  • Luego impuso su mano sobre él y le transmitió sus órdenes, como el Señor lo había ordenado por medio de Moisés. (Números 27, 23)

  • Porque el Señor puso su mano sobre ellos, hasta hacerlos desaparecer por completo del campamento. (Deuteronomio 2, 15)

  • "Señor, tú que has comenzado a mostrar a tu servidor tu grandeza y tu mano poderosa, porque no hay ningún dios en el cielo o en la tierra capaz de realizar las obras y los portentos que tú realizas: (Deuteronomio 3, 24)


“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina