Gefunden 35 Ergebnisse für: Recuerda

  • si tú maltratas a mis hijas o te unes a otras mujeres además de ellas -aunque no haya nadie entre nosotros- recuerda que Dios está como testigo entre tú y yo". (Génesis 31, 50)

  • Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor te hizo salir de allí con el poder de su mano y la fuerza de su brazo. Por eso el Señor, tu Dios, te manda celebrar el día sábado. (Deuteronomio 5, 15)

  • no les tengas miedo. Recuerda cómo trató el Señor, tu Dios, al Faraón y a todo Egipto: (Deuteronomio 7, 18)

  • Recuerda que tú fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató. Por eso ahora te doy esta orden. (Deuteronomio 15, 15)

  • Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y observa fielmente estas prescripciones. (Deuteronomio 16, 12)

  • Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató de allí. Por eso te ordeno obrar de esta manera. (Deuteronomio 24, 18)

  • Recuerda lo que te hizo Amalec cuando ustedes iban por el camino, después que salieron de Egipto: (Deuteronomio 25, 17)

  • "¡Ah, Señor! Recuerda que yo he caminado delante de ti con fidelidad e integridad de corazón, y que hice lo que es bueno a tus ojos". Y Ezequías se deshizo en llanto. (II Reyes 20, 3)

  • Recuerda esto: ¿quién pereció siendo inocente o dónde fueron exterminados los hombres rectos? (Job 4, 7)

  • Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la felicidad. (Job 7, 7)

  • Recuerda, Señor, que el enemigo te ha ultrajado, un pueblo insensato ha despreciado tu Nombre: (Salmos 74, 18)

  • Levántate, Señor, defiende tu causa, recuerda que el insensato te ultraja sin cesar. (Salmos 74, 22)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina