Gefunden 252 Ergebnisse für: arca del pacto

  • David reunió a todo Israel, desde el Torrente de Egipto hasta la Entrada de Jamat, para traer el Arca de Dios desde Quiriat Iearim. (I Crónicas 13, 5)

  • Luego se dirigió con todo Israel a Baalá, a Quiriat Iearim, que está en Judá, para subir desde allí el Arca de Dios, que lleva el nombre del Señor, el que tiene su trono sobre los querubines. (I Crónicas 13, 6)

  • Pusieron el Arca de Dios sobre un carro nuevo y la llevaron desde la casa de Abinadab. Uzá y Ajió conducían el carro, (I Crónicas 13, 7)

  • Cuando llegaron a la era de Quidón, Uzá extendió su mano para sostener el Arca, porque los bueyes habían resbalado. (I Crónicas 13, 9)

  • Entonces la ira del Señor se encendió contra Uzá y lo hirió de muerte por haber extendido su mano hacia el Arca, y Uzá murió allí mismo delante de Dios. (I Crónicas 13, 10)

  • Aquel día David tuvo miedo de Dios, y dijo: "¿Cómo voy a llevar a mi casa el Arca de Dios?". (I Crónicas 13, 12)

  • Y no trasladó el Arca a su casa, a la Ciudad de David, sino que mandó que la llevaran a la casa de Obededóm de Gat. (I Crónicas 13, 13)

  • El Arca de Dios permaneció tres meses en la casa de Obededóm. Y el Señor bendijo la casa de Obededóm y todos sus bienes. (I Crónicas 13, 14)

  • David construyó casas en la Ciudad de David y preparó un lugar para el Arca de Dios, levantando para ella una Carpa. (I Crónicas 15, 1)

  • Después dijo: "El Arca de Dios sólo puede ser transportada por los levitas, porque el Señor los ha elegido para trasladar el Arca del Señor y para servirlo constantemente". (I Crónicas 15, 2)

  • Entonces David reunió en Jerusalén a todo Israel, para hacer subir el Arca del Señor al lugar que le había preparado. (I Crónicas 15, 3)

  • y les dijo: "Ustedes son los jefes de la familia de los levitas. Santifíquense, ustedes y sus hermanos, para subir el Arca del Señor, el Dios de Israel, al lugar que yo le he preparado. (I Crónicas 15, 12)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina