Gefunden 474 Ergebnisse für: columna de fuego

  • A su paso se derriten las montañas y se agrietan los valles, como la cera ante el fuego, como el agua derramada por una pendiente. (Miqueas 1, 4)

  • ¿Quién se mantendrá de pie ante su furor? ¿Quién resistirá al ardor de su ira? Het Su furia se derrama como fuego, y las rocas se parten ante él. (Nahún 1, 6)

  • El escudo de sus valientes está enrojecido, sus guerreros visten de púrpura; los carros relucen con el fuego de los aceros mientras se los dispone para el combate; y los conductores se enardecen. (Nahún 2, 4)

  • ¡Tus tropas, dentro de ti, son una sarta de mujeres! A tu enemigo se le abren de par en par las puertas de tu país: ¡el fuego ha devorado tu cerrojos! (Nahún 3, 13)

  • Allí el fuego te devorará, la espada te exterminará. ¡Prolifera como el pulgón! ¡Prolifera como la langosta! (Nahún 3, 15)

  • ¿No proviene del Señor de los ejércitos que sólo para el fuego se fatiguen los pueblos y las naciones se extenúen por nada? (Habacuc 2, 13)

  • ni su plata ni su oro podrán librarlos. En el Día de la ira del Señor y por el fuego de sus celos, será devorada toda la tierra; porque él hará un terrible exterminio de todos los habitantes de la tierra. (Sofonías 1, 18)

  • Por eso, espérenme -oráculo del Señor- esperen el día en que yo me levantaré como testigo; porque yo he decidido reunir a las naciones y congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación y todo el ardor de mi ira. Porque por el fuego de mis celos será devorada toda la tierra. (Sofonías 3, 8)

  • Yo seré para ella -oráculo del Señor- una muralla de fuego a su alrededor, y seré su Gloria en medio de ella". (Zacarías 2, 9)

  • El ángel del Señor dijo al Adversario: "¡Que el Señor te reprima, Adversario! ¡Sí, que te reprima el Señor, el que eligió a Jerusalén! ¿No es este acaso un tizón salvado del fuego?". (Zacarías 3, 2)

  • Yo haré pasar ese tercio por el fuego, y los purificaré como se purifica la plata, los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi Nombre, y yo lo escucharé; yo diré: "¡Este es mi Pueblo!" y él dirá: "¡El Señor es mi Dios!". (Zacarías 13, 9)

  • ¿No habrá alguien entre ustedes que cierre las puertas, para que no enciendan en vano el fuego de mi altar? Yo no me complazco en ustedes, dice el Señor de los ejércitos, y no acepto las ofrendas de sus manos. (Malaquías 1, 10)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina