Gefunden 14 Ergebnisse für: comerciantes

  • Abraham aceptó la propuesta de Efrón, y teniendo por testigos a los descendientes de Het, pesó la cantidad que aquel le había fijado: cuatrocientos siclos de plata, según la tasación corriente entre los comerciantes. (Génesis 23, 16)

  • Después de él trabajó Malquías, del gremio de los orfebres, hasta la casa de los empleados del Templo y de los comerciantes, frente a la puerta de la Inspección y hasta la habitación alta del Ángulo. (Nehemías 3, 31)

  • Y entre la habitación alta del Ángulo y la puerta de las Ovejas, trabajaron los orfebres y los comerciantes. (Nehemías 3, 32)

  • ¿Traficarán con él los pescadores y se lo disputarán los comerciantes? (Job 40, 30)

  • ¡Enmudezcan, habitantes de la costa, comerciantes de Sidón, cuyos emisarios atraviesan el mar, (Isaías 23, 2)

  • ¿Quién ha concebido esto contra Tiro, la que repartía coronas, cuyos comerciantes eran príncipes y sus mercaderes, grandes de la tierra? (Isaías 23, 8)

  • Entonces multiplicaste tus prostituciones en una tierra de comerciantes, en Caldea, pero ni siquiera con esto quedaste satisfecha. (Ezequiel 16, 29)

  • Arrancó la más alta de sus ramas y la llevó a un país de comerciantes, la puso en una ciudad de mercaderes. (Ezequiel 17, 4)

  • Los comerciantes de Sabá y de Raemá traficaban contigo: entregaban los mejores bálsamos, toda clase de piedras preciosas y oro, a cambio de tus mercaderías. (Ezequiel 27, 22)

  • Jarán, Cané y Edén, los comerciantes de Sabá, Asur y Quilmad traficaban contigo: (Ezequiel 27, 23)

  • Sabá, Dedán, los comerciantes de Tarsis y todos sus traficantes te dirán: "¿Vienes a saquear los despojos? ¿Has concentrado esta multitud para conquistar un botín, para llevarte plata y oro, para obtener ganado y posesiones, y para saquear grandes despojos?". (Ezequiel 38, 13)

  • Porque todos los pueblos han bebido el vino embriagante de su prostitución, los reyes de la tierra han fornicado con ella y los comerciantes del mundo se han enriquecido con su lujo desenfrenado». (Apocalipsis 18, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina