Gefunden 29 Ergebnisse für: designios

  • Cuando el Señor vio qué grande era la maldad del hombre en la tierra y cómo todos los designios que forjaba su mente tendían constantemente al mal, (Génesis 6, 5)

  • Cuando el Señor aspiró el aroma agradable, se dijo a sí mismo: "Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, porque los designios del corazón humano son malos desde su juventud; ni tampoco volveré a castigar a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo. (Génesis 8, 21)

  • Si ustedes son incapaces de escrutar las profundidades del corazón del hombre y de penetrar los razonamientos de su mente, ¿cómo pretenden sondear a Dios, que ha hecho todas estas cosas, y conocer su pensamiento o comprender sus designios? No, hermanos; cuídense de provocar la ira del Señor, nuestro Dios. (Judit 8, 14)

  • No exijan entonces garantías a los designios del Señor, nuestro Dios, porque Dios no cede a las amenazas como un hombre ni se le impone nada como a un mortal. (Judit 8, 16)

  • Él va a ejecutar mi sentencia, y hay en él muchos designios semejantes. (Job 23, 14)

  • ¡Cuántas maravillas has realizado, Señor, Dios mío! Por tus designios en favor nuestro, nadie se te puede comparar. Quisiera anunciarlos y proclamarlos, pero son innumerables. (Salmos 40, 6)

  • ¡Qué grandes son tus obras, Señor, qué profundos tus designios! (Salmos 92, 6)

  • y canten los designios del Señor, porque la gloria del Señor es grande. (Salmos 138, 5)

  • ¡Qué difíciles son para mí tus designios! ¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos! (Salmos 139, 17)

  • Pero él encontró una ocasión propicia para sus perversos designios, cuando Demetrio lo convocó ante el Consejo, y lo consultó acerca de las actitudes y planes de los judíos. Álcimo respondió: (II Macabeos 14, 5)

  • Aguas profundas son los designios del corazón humano: el hombre inteligente sabe extraerlas. (Proverbios 20, 5)

  • Los designios del impío serán examinados: el eco de sus palabras llegará hasta el Señor, como prueba acusadora de sus iniquidades. (Sabiduría 1, 9)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina