Gefunden 287 Ergebnisse für: falsos dioses

  • pero no lo encontraron, a pesar de haberse presentado numerosos testigos falsos. Finalmente, se presentaron dos (Mateo 26, 60)

  • Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas que harán milagros y prodigios capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. (Marcos 13, 22)

  • ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas! (Lucas 6, 26)

  • Jesús les respondió: «¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes son dioses? (Juan 10, 34)

  • Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada- (Juan 10, 35)

  • Entonces presentaron falsos testigos, que declararon: «Este hombre no hace otra cosa que hablar contra el Lugar santo y contra la Ley. (Hechos 6, 13)

  • dijeron a Aarón: "Fabrícanos dioses que vayan al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a ese Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto". (Hechos 7, 40)

  • Al ver lo que Pablo acababa de hacer, la multitud comenzó a gritar en dialecto licaonio: «Los dioses han descendido hasta nosotros en forma humana», (Hechos 14, 11)

  • Pero ahora ustedes mismos ven y oyen que no solamente en Éfeso, sino también en casi toda la provincia de Asia, ese Pablo ha conquistado y seducido a mucha gente, pretendiendo que los dioses fabricados por mano de hombre no son dioses. (Hechos 19, 26)

  • Es verdad que algunos son considerados dioses, sea en el cielo o en la tierra: de hecho, hay una cantidad de dioses y una cantidad de señores. (I Corintios 8, 5)

  • No adoren a falsos dioses, como hicieron algunos de ellos, según leemos en la Escritura: El pueblo se sentó a comer y a beber, y luego se levantó para divertirse. (I Corintios 10, 7)

  • Ustedes saben que cuando todavía eran paganos, se dejaban arrastrar ciegamente al culto de dioses inanimados. (I Corintios 12, 2)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina