Gefunden 23 Ergebnisse für: flor

  • ¡Embriaguémonos con vinos exquisitos y perfumes, que no se nos escape ninguna flor primaveral, (Sabiduría 2, 7)

  • Él los amenaza, y huyen bien lejos, empujados como paja por el viento de las montañas, como la flor del cardo por el vendaval. (Isaías 17, 13)

  • Porque antes de la cosecha, acabada la floración, cuando la flor se convierte en un racimo que madura, se cortan los pámpanos con la podadora, se arrancan y se quitan los sarmientos. (Isaías 18, 5)

  • ¡Ay de la soberbia corona de los ebrios de Efraím, y de la flor marchita que lucen como adorno, sobre lo alto del valle fértil! ¡Ay de ustedes, los volteados por el vino! (Isaías 28, 1)

  • Y la flor marchita que lucen como adorno, sobre lo alto del valle fértil, será como una breva antes del verano: el primero que la ve, apenas la tiene en la mano, se la traga. (Isaías 28, 4)

  • Una voz dice: "¡Proclama!". Y yo respondo: "¿Qué proclamaré?". "Toda carne es hierba y toda su consistencia, como la flor de los campos: (Isaías 40, 6)

  • la hierba se seca, la flor se marchita cuando sopla sobre ella el aliento del Señor. Sí, el pueblo es la hierba. (Isaías 40, 7)

  • La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre". (Isaías 40, 8)

  • y el rico se alegre cuando es humillado, porque pasará como una flor del campo: (Santiago 1, 10)

  • apenas sale el sol y calienta con fuerza, la hierba se seca, su flor se marchita y desaparece su hermosura. Lo mismo sucederá con el rico en sus empresas. (Santiago 1, 11)

  • Porque toda carne es como hierba y toda su gloria como flor del campo: la hierba se seca y su flor se marchita, (I Pedro 1, 24)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina