Gefunden 72 Ergebnisse für: izquierda

  • Hizo lo que es recto a los ojos del Señor y siguió los caminos de su padre David, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. (II Crónicas 34, 2)

  • Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que habían hecho para esa ocasión. Junto a él, a su derecha, estaban Matitías, Semá, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda Pedaías, Misael, Malquías, Jasúm, Jasbadaná, Zacarías y Mesulám. (Nehemías 8, 4)

  • El segundo coro avanzaba hacia la izquierda; yo iba detrás con la otra mitad de los jefes del pueblo, por encima de la muralla, pasando por la torre de los Hornos y hasta el muro Ancho, (Nehemías 12, 38)

  • Desde Nínive, avanzaron durante tres días en dirección a la llanura de Bectilet, y acamparon en sus inmediaciones, al pie de la montaña que está a la izquierda de la Cilicia superior. (Judit 2, 21)

  • lo busco a la izquierda, y no lo diviso, vuelvo a la derecha, y no lo veo. (Job 23, 9)

  • Aunque caigan mil a tu izquierda y diez mil a tu derecha, tú no serás alcanzado: (Salmos 91, 7)

  • Nosotros no acataremos las ordenes del rey desviándonos de nuestro culto, ni a la derecha ni a la izquierda". (I Macabeos 2, 22)

  • Llegaron a Efrón, ciudad importante y muy fortificada, que estaba sobre el camino, por la que tenían que pasar necesariamente, ya que no era posible desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. (I Macabeos 5, 46)

  • Corrió resueltamente hacia él, a través del batallón, matando a derecha e izquierda. Así se abrió paso a un lado y a otro (I Macabeos 6, 45)

  • Pero los del ala izquierda, al ver derrotada el ala derecha, se volvieron contra Judas y los suyos, tomándolos por la espalda. (I Macabeos 9, 16)

  • En su mano derecha hay larga vida, y en su izquierda, riqueza y gloria. (Proverbios 3, 16)

  • No te desvíes ni a derecha ni a izquierda, aparta tus pies lejos del mal. (Proverbios 4, 27)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina