Gefunden 603 Ergebnisse für: mujer

  • Ustedes confían en sus espadas, cometen lo que es abominable, contaminan a la mujer de su prójimo, ¡y pretenden poseer el país! (Ezequiel 33, 26)

  • Hijo de hombre, cuando el pueblo de Israel habitaba en su propio suelo, lo contaminó con su conducta y sus acciones: su conducta era ante mí como la impureza de una mujer en su menstruación. (Ezequiel 36, 17)

  • Ellos no se casarán con una viuda ni con una mujer repudiada, sino sólo con una virgen de la raza del pueblo de Israel. Pero podrán casarse con la viuda de otro sacerdote. (Ezequiel 44, 22)

  • Entonces se dispondrá a someter todo el reino del Sur, y concertará un acuerdo con él: le dará una mujer excepcional para destruirlo, pero eso no perdurará ni le dará resultado. (Daniel 11, 17)

  • Él se había casado con una mujer llamada Susana, hija de Jilquías, que era muy hermosa y temía a Dios, (Daniel 13, 2)

  • Ellos dijeron en presencia del pueblo: "Manden a buscar a Susana, hija de Jilquías, la mujer de Joaquín". Fueron a buscarla, (Daniel 13, 29)

  • Susana era una mujer muy delicada y de gran hermosura, (Daniel 13, 31)

  • Los ancianos dijeron: "Mientras nos paseábamos solos por el jardín, esta mujer entró allí con dos servidoras; cerró la puerta y después hizo salir a las servidoras. (Daniel 13, 36)

  • que se puso a gritar: "¡Yo soy inocente de la sangre de esta mujer!". (Daniel 13, 46)

  • Jilquías y su mujer dieron gracias a Dios por su hija Susana, lo mismo que Joaquín, su marido, y todos sus parientes, porque nada indigno se había hallado en ella. (Daniel 13, 63)

  • Comienzo de lo que habló el Señor por medio de Oseas. El Señor le dijo: "Ve, toma por esposa a una mujer entregada a la prostitución, y engendra hijos de prostitución, porque el país no hace más que prostituirse, apartándose del Señor". (Oseas 1, 2)

  • ¡Acusen a su madre, acúsenla! Porque ella no es mi mujer ni yo soy su marido. Que aparte de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus senos. (Oseas 2, 4)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina