Gefunden 46 Ergebnisse für: perfumes

  • Ella se quitó su ropa de luto, para exaltar a los afligidos de Israel: ungió su rostro con perfumes, (Judit 16, 7)

  • Se despojó de sus vestidos lujosos y se puso ropa de aflicción y de duelo. En lugar de los perfumes refinados, se cubrió la cabeza de ceniza y basura. Mortificó su cuerpo duramente y dejó caer sus cabellos enmarañados sobre aquel cuerpo que antes se complacía en adornar. (Ester 14, 2)

  • Hicieron nuevos objetos sagrados y colocaron dentro del Templo el candelabro, el altar de los perfumes y la mesa. (I Macabeos 4, 49)

  • sí, el aroma de tus perfumes es exquisito, tu nombre es un perfume que se derrama: por eso las jóvenes se enamoran de ti. (Cantar 1, 3)

  • Coro: ¿Qué es eso que sube del desierto, como una columna de humo, perfumada de mirra y de incienso y de todos los perfumes exóticos? (Cantar 3, 6)

  • ¡Qué hermosos son tus amores, hermana mía, novia mía! Tus amores son más deliciosos que el vino, y el aroma de tus perfumes, mejor que todos los ungüentos. (Cantar 4, 10)

  • nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso, mirra y áloe, con los mejores perfumes. (Cantar 4, 14)

  • ¡Embriaguémonos con vinos exquisitos y perfumes, que no se nos escape ninguna flor primaveral, (Sabiduría 2, 7)

  • Ezequías se alegró de esto, y mostró a los emisarios la sala del tesoro, la plata, el oro, los perfumes, el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se encontraba en sus depósitos. De todo lo que había en su palacio y en sus dominios, no quedó nada que Ezequías no les hiciera ver. (Isaías 39, 2)

  • Corres hacia Mélec con el aceite, prodigas tus perfumes; envías muy lejos a tus mensajeros, los haces descender hasta el Abismo. (Isaías 57, 9)

  • sino que morirás en paz. Y así como se quemaron perfumes por tus padres, los reyes antiguos que te han precedido, así se quemarán perfumes por ti, y se entonará por ti la lamentación: "¡Ay Señor!". Esta es la palabra que yo te he dicho -oráculo del Señor-. (Jeremías 34, 5)

  • cuando los hice entrar en la tierra que, con la mano levantada, había jurado darles, ellos, al ver cualquier colina o cualquier árbol frondoso, ofrecían allí sus sacrificios, presentaban allí sus ofrendas provocativas, depositaban allí sus perfumes de aroma agradable y derramaban allí sus libaciones. (Ezequiel 20, 28)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina