Gefunden 164 Ergebnisse für: sacerdocio real

  • A partir de este momento, se te condona todo lo que adeudas al tesoro real y todo lo que adeudarás en el futuro. (I Macabeos 15, 8)

  • El Dios que salvó a todo su pueblo y concedió a todos la herencia, el reino, el sacerdocio y la santificación, (II Macabeos 2, 17)

  • Pero Heliodoro, siguiendo las ordenes del rey, sostenía inflexiblemente que aquellas riquezas debían ser confiscadas en beneficio del tesoro real. (II Macabeos 3, 13)

  • Él veía, efectivamente, que sin una intervención real, era imposible lograr la pacificación y contener los desatinos de Simón. (II Macabeos 4, 6)

  • Después que murió Seleuco y le sucedió en el trono Antíoco, llamado Epífanes, Jasón, hermano de Onías, usurpó fraudulentamente el sumo sacerdocio, (II Macabeos 4, 7)

  • Pero Menelao, una vez presentado ante el rey, lo impresionó con su aire majestuoso y logró hacerse investir del sumo sacerdocio, ofreciéndole trescientos talentos de plata más que Jasón. (II Macabeos 4, 24)

  • Así regresó provisto del mandato real, pero sin llevar consigo nada digno del sumo sacerdocio, sino más bien la furia de un cruel tirano y la violencia de una fiera salvaje. (II Macabeos 4, 25)

  • Menelao dejó como sustituto en el sumo sacerdocio a su hermano Lisímaco, y Sóstrates dejó a Crates, jefe de los chipriotas. (II Macabeos 4, 29)

  • Debido a eso, aunque he sido despojado de la dignidad heredada de mis antepasados -me refiero al sumo sacerdocio- he venido aquí, (II Macabeos 14, 7)

  • tu Palabra omnipotente se lanzó desde el cielo, desde el trono real, como un guerrero implacable, en medio del país condenado al exterminio. Empuñando como una espada afilada tu decreto irrevocable, (Sabiduría 18, 15)

  • Algunos ejercieron la autoridad real y se hicieron famosos por sus proezas; otros fueron consejeros por su inteligencia, transmitieron oráculos proféticos, (Eclesiástico 44, 3)

  • Lo estableció en virtud de un pacto irrevocable y le confirió el sacerdocio del pueblo. Lo atavió con espléndidos ornamentos y lo ciñó con una vestidura gloriosa. (Eclesiástico 45, 7)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina