Gefunden 220 Ergebnisse für: Filisteos

  • David y sus hombres se levantaron temprano para partir por la mañana y volverse a la tierra de los filisteos. Los filisteos por su parte subieron a Yizreel. (I Samuel 29, 11)

  • Les guió, y los hallaron desparramados por todo el campo, comiendo, bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado en tierra de filisteos y en tierra de Judá. (I Samuel 30, 16)

  • Trabaron batalla los filisteos contra Israel y huyeron los hombres de Israel ante los filisteos y cayeron heridos de muerte en el monte Gelboé. (I Samuel 31, 1)

  • Apretaron de cerca los filisteos a Saúl y a sus hijos y mataron los filisteos a Jonatán, Abinadab y Malki Súa, hijos de Saúl. (I Samuel 31, 2)

  • Cuando los hombres de Israel que estaban del lado frontero del valle y del otro lado del Jordán vieron que las tropas de Israel se daban a la fuga y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; vinieron los filisteos y se establecieron en ellas. (I Samuel 31, 7)

  • Al otro día vinieron los filisteos para despojar a los muertos y encontraron a Saúl y a sus tres hijos caídos en el monte Gelboé. (I Samuel 31, 8)

  • Cortaron su cabeza y le despojaron de sus armas que hicieron pasear a la redonda por el país de los filisteos para anunciar la buena nueva a sus dioses y a su pueblo. (I Samuel 31, 9)

  • Supieron los habitantes de Yabés de Galaad lo que los filisteos habían hecho con Saúl, (I Samuel 31, 11)

  • No lo anunciéis en Gat, no lo divulguéis por las calles de Ascalón, que no se regocijen las hijas de los filisteos, no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. (II Samuel 1, 20)

  • Envió David mensajeros a Isbaal, hijo de Saúl, para decirle: «Devuélveme a mi mujer Mikal, que adquirí por cien prepucios de filisteos.» (II Samuel 3, 14)

  • Pues hacedlo ahora, ya que Yahveh ha dicho a David: Por mano de David mi siervo libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos y de mano de todos sus enemigos.» (II Samuel 3, 18)

  • Cuando los filisteos oyeron que David había sido ungido rey de Israel, subieron todos en busca de David. Lo supo David y bajó al refugio. (II Samuel 5, 17)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina