Gefunden 220 Ergebnisse für: Filisteos

  • Llegaron los filisteos y se desplegaron por el Valle de Refaím. (II Samuel 5, 18)

  • Entonces David consultó a Yahveh diciendo: «¿Debo subir contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos?» Respondió Yahveh a David: «Sube, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tus manos.» (II Samuel 5, 19)

  • Volvieron a subir los filisteos y se desplegaron por el Valle de Refaím. (II Samuel 5, 22)

  • Cuando oigas ruido de pasos en la cima de las balsameras, ataca con decisión porque Yahveh sale delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos.» (II Samuel 5, 24)

  • Hizo David lo que Yahveh le ordenaba y batió a los filisteos desde Gabaón hasta la entrada de Guézer. (II Samuel 5, 25)

  • Después de esto, batió David a los filisteos y los humilló; tomó David a Gat y sus dependencias de manos de los filisteos... (II Samuel 8, 1)

  • de Edom, de Moab, de los ammonitas, de los filisteos, de Amalec y del botín de Hadadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá. (II Samuel 8, 12)

  • Y todo el pueblo discutía en todas las tribus de Israel diciendo: «El rey nos libró de nuestros enemigos y nos salvó de manos de los filisteos y ahora ha tenido que huir del país, lejos de Absalón. (II Samuel 19, 10)

  • Entonces David fue a recoger los huesos de Saúl y los huesos de su hijo Jonatán, de entre los vecinos de Yabés de Galaad que los habían hurtado de la explanada de Betsán, donde los filisteos los habían colgado el día que mataron a Saúl en Gelboé; (II Samuel 21, 12)

  • Hubo otra guerra de los filisteos contra Israel. Bajó David con sus veteranos y atarcaron a los filisteos. David estaba extenuado. (II Samuel 21, 15)

  • Después de esto, hubo guerra de nuevo en Gob contra los filisteos; entonces Sibbekay, jusatita, mató a Saf, uno de los descendientes de Rafá. (II Samuel 21, 18)

  • Hubo otra guerra en Gob contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír de Belén, mató a Goliat de Gat; el asta de su lanza era como un enjullo de tejedor. (II Samuel 21, 19)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina